Juntar sus labios con los míos fue como sentir un torbellino dentro del estómago, no voy a decir que sentí las típicas mariposas porque... La verdad nunca las he sentido y esto no se si se sentía de esa forma.
Después de aquel beso que le di, abrí los ojos que apenas había notado que estaban cerrados, el me miró sorprendido y eso fue suficiente para que cada rastro de valentía que me había costado tanto reunir se esfumara de repente.
Debo decir que verlo a los ojos me encantaba, pero esa mirada llena de sorpresa me puso nerviosa, me aleje de él y dirigí la mirada hacía otro lado sin saber que hacer.
- Yo... Lo lamento, fue un impulso, no se que me pasó.
El solo me miró y sonrió de nuevo.
En mi mente gritaba: ¿por qué estás sonriendo?!!! Esto no es gracioso! Que no ve que estoy a punto de desmayarme?!
-Lissy te he notado un tanto extraña; por no decir nerviosa e incomoda desde hace rato, creí que era culpa mía pero al parecer era solamente una mala idea lo que te tenía así. No hace falta imaginar lo que puede pasar por tu cabecita en este momento -acaricia mi cabello- no necesitas gritar para que entienda lo nerviosa que estás.
¿Que no estaba pensando? Rayos mi mente me estaba jugando una mala pasada y de verdad que no era muy agradable para mí esto. Alta vergüenza estaba pasando en ese momento y deseaba que la tierra me tragase.
- Lo siento, es solo que fue un impulso, hace mucho que no salgo con nadie, ni mayor y mucho menos alguien de mi edad es algo que intento hacer nuevamente.
Me agrada el hablar con el, podía ser directa y no diría nada, solo me escucharía para darme una opinión al final.
- No tienes nada de que preocuparte preciosa, no es algo de lo cual avergonzarse ni mucho menos algo por lo cual martirizarte tanto, es solo un beso, debo admitir que me tomó por sorpresa en el momento y fue un tanto tierno de tu parte, pero nadamás. Además... Ese beso me gustó mucho y no creas que será el único que recibiré el día de hoy linda -se acerco a mi oído solo para susurrar aquellas últimas palabras que me hicieron tomar un tono rojizo en toda la cara, seguramente si compitiera en este momento contra un tomate maduro yo sería la ganadora.
Tomó mi mano con una de las suyas y rodeo mi cintura con su mano libre, y así comenzamos a andar hasta la salida de la tienda donde solo afirmó su agarre en mí ya que unos hombres comenzaron a verme de forma laciva molestándolo un poco; el acto me sorprendió, pero no me sentía incómoda, es más a su lado estaba segura, su loción tan varonil inundó nuevamente mis fosas nasales, ese olor sin duda alguna sería uno de mis favoritos a partir de ahora.
Caminamos por un rato sin rumbo fijo, solo se detenía cuando a mi me llamaba algo la atención, y para este momento ya llevaba varias bolsas en sus manos, por más que le dije que no lo necesitaba o que solo me llamo la atención al parecer le gustaba gastar su dinero, porque solo lo tomaba y lo llevaba a la caja para pagar.
Así me dispuse a no mirar una cosa por más de 5 segundos, pero eso ya comenzaba a molestarme.
- Basta, deja de comprar todo lo que miro! A este paso terminarás por comprar todo el centro comercial. - Eso lo dije ya cansada de verlo ir y venir, lo que no me esperaba era lo que sucedió después.
- ¿Lo quieres? Porque bueno... Es mío y podría regalártelo si gustas.
- ¿Qué?!!! ¿Cómo que es tuyo?! Es una broma... ¿verdad?
El negó divertido señalándome una vitrina donde estaba su foto junto a un pequeño cartel que tenía en letras cursivas la frase representante del lugar, genial en todo el tiempo que hemos estado aquí nunca había visto esa foto.
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MY SUGAR DADY
RomanceUna joven conoce a alguien por una página de citas, un hombre bastante mayor, todo comienza como un pequeño juego pero cuando se conocen todo comienza a volverse un caos total, no existen prejuicios ni preocupaciones pero cuando comienzan a enamorar...