Fate/Counter Guardian {Nameless Blade}

Prólogo: Una misión imposible

"I am the bone of my sword"

"Steel is my Body and Fire is my Blood"

"I Have created over thousand Blades"

"Unknown to Death, Nor Knowk to Life"

"Have withstood pain to create many weapons"

"Yet, Those Hands will Never Hold Anyyhing "

"So, I say Pray"

rezo de una espada rota.

×---×

*clag clag clag*

El sonido del metal quebrando y el eco de espadas chocando entre sí inundó el mordido ambiente.

"Eres demasiado persistente no cabe duda que eres un idiota" dijo una presencia tan maligna que dejaba muy claro a la vista que no era humana "sigues protegiendo a aquellos que te dieron la espalda, a una raza que sólo te trajo dolor y sufrimiento ¿para que? Sólo para repetir el círculo una y otra vez" la presencia empezó a caminar atra vez de ese mundo que ya hacia fuera del tiempo "luchas y te levantas sólo para volver a caer perro de Alaya"

"Caladbolg" grito una voz atra vez de la cortina de humo delante del ente demoníaco sólo para que segundos después un proyectil, una flecha que parecía curvar el ambiente.

*Boom*

Una poderosa explosión sacudió aquella desolada tierra cuando el proyectil alcanzó al ente demoníaco levantando nuevamente una cortina de humo.

"*Grr* lo único en que te diferencias a los otros humanos es en una cosa" la voz demoníaca habla atra vez del humo con leves gruñidos no de dolor si no de ira mientras este veía la figura de un arquero de piel bronceada y pelo blanco con ojos grises como el acero su ropa estaba rasgada en la parte del pecho, su armadura que tanto lo había acompañado a lo largo de sus viajes estaba hecha pedazos y por otro lado el sudario de San Martín sólo le quedaba el faldón. "!Eres más molesto¡" hablo el ser antes de dar un poderoso salto que lo impulsó hacia adelanté, su puño estaba cerrado y en este cargo una peligrosa cantidad de energía mágica la cual estaba apuntó de liberar en el golpe que le iba a dar al hombre en el rostro. "este es tu fin escoria humana" grito el ente mientras su puño estaba a escasos centímetros del rostro del arquero.

Se sintió como si hubiera pasado minutos no se sintió como si hubiera pasado horas los ojos del arquero parecían que se empezaban a cerrar como si estuviera aceptando su inminente fin.

¿Aquí en debía culpar por estar en esta situación, al mundo, a Alaya, un mago capaz de manipular la segunda magia verdadera o a el por todos sus errores que había cometido en vida?

¿Cuántas promesas había roto a lo largo de su existencia?

Una existencia la cual el mismo había buscado borrar de la historia y del tiempo pero había fallado en su cometido.

La bestia ya podía oler la sangre que el cráneo del Counter Guardián iba a desprender al momento de que este acertará su golpe.

Pero la bestia había ignorado el estilo de lucha del hombre uno que iba de la mano con su estilo de vida, un estilo de combate Suicida.