pretty boy 「minsung」 ✓

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Si Seungmin tenía la mínima esperanza de que Jisung recapacitara y tirara por la borda su absurdo plan, se fue directito al caño cuando al día siguiente este llegó con los ojos delineados en un bello color ónix y pupilentes grises.

—Oficialmente, enloqueciste— fue lo primero que salió de su boca al verlo entrar y sentarse en su lugar.

—Di todo lo que quieras Seungmin, ambos sabemos que me veo de infarto así— habló orgulloso.

Seungmin rodó los ojos negándose a contestar. El condenado tenía razón, pero decirle sería un atentado contra su orgullo.

Felix, por otra parte, le tomó fotos hasta el cansancio y no dudó ni cinco segundos en decidir llevarlo con él a la práctica de danza ese día. Sobra decir que Jisung casi se evaporó de la felicidad y de no ser por la mano de Seungmin el grito que soltó se podría haber escuchado hasta la Antártida.

El horario de clases pasó con rapidez y pronto ambos chicos fueron a paso rápido a la sala de prácticas, donde otros diez chicos estaban calentando.

—Hey, Felix— saludó Hyunjin, un rubio de cabello largo atado—. Hola Jisung, que guapo te ves.

Este se sonrojó. Hyunjin era coqueto por naturaleza así que nadie se tomaba en serio lo que decía, aunque eso no evitara la reacción que generaba.

—¡Jisung-ssi! ¡Hace tiempo que no te pasabas por aquí! — exclamó Wooyoung pasándole un brazo por los hombros y zarandeándole.

No le costó nada Jisung establecer una amena plática con los chicos, pero sus ojos no paraban de escanear la habitación en busca de su hyung favorito.

—Seguro no tarda en llegar— le comentó Yeonjun adivinando a quién buscaba. Todos los del club sabían la atracción de Jisung por el castaño—. Así podrás hechizarlo con tus encantos.

Apenas terminó de decir eso, la puerta se abrió y por ella cruzó el susodicho, bolsa en mano y audífonos puestos. Aún así, no tardó ni treinta segundos en comenzar a exclamar órdenes y ponerlos a todos en posición para practicar.

A los ojos de Jisung, se veía ardiente cuando actuaba así.

—Hyung, parece que tenemos visita— aulló San haciendo a todos menos Jisung y Minho reír a carcajadas. Este último paseó su vista por la sala brevemente antes de cruzar miradas con el peliazul.

Jisung sentía que se derretía al notar que Minho no le sacaba la mirada de encima, pareciendo notar el pequeño cambio de look que se había hecho. Justo cuando Jisung creyó que Minho le haría algún cumplido u observación, este dijo:

—No me gustan tus pupilentes. Son feos.

Dejando a Jisung con el alma en el suelo y a Felix llorando de risa.