1

535 46 36
                                    

La conexión del cielo estrellado"Esta historia ya se ha contado cientos de veces, pero nunca me canso de escucharla"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La conexión del cielo estrellado
"Esta historia ya se ha contado cientos de veces, pero nunca me canso de escucharla"

La conexión del cielo estrellado"Esta historia ya se ha contado cientos de veces, pero nunca me canso de escucharla"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

7 de junio 2019, 7:00 am

Esa mañana, cuando la alarma del teléfono de Bokuto sonó lo suficientemente alto como para despertarlo, una punzada en el pecho le dio la bienvenida al séptimo día de junio.

—¡Akagshi!—gritó, antes de terminar de caer en cuenta que todo había sido un sueño.

—Salud.—le contestó su compañero de cuarto con naturalidad, que ya se paseaba por la cocina mientras preparaba el desayuno.—Volviste a dormir con la puerta y las ventanas abiertas, no me extraña que estés por atrapar un resfriado.

—¿Ah si?—Bokuto apenas y tenía recuerdos de la noche de ayer. El cuerpo le dolía a horrores y solo eso le trajo el vago recuerdo de haber estado entrenando hasta altas horas de la madrugada. Seguro había regresado tan cansado que apenas pudo llegar a su departamento para caerse rendido, sin preocuparse por nada más.

Kuroo rió suavemente.

—Sí.—afirmó, sin apartar la vista del par de huevos friéndose en la sartén.—En la madrugada me desperté al baño y estabas temblando, tuve que cerrar las ventanas y además taparte con algo.—solo en ese momento, Bokuto cayó en cuenta de que estaba cubierto con una de las sábanas de su compañero.—Como si no me bastara con tener que cuidar a Kenma cuando lo veo, ahora resulta que también tengo que cuidarte a ti cuando no está.

—Uh, bueno, aunque estoy seguro de que hacía calor.—aún confundido, se forzaba a hacer memoria de qué había pasado la noche anterior.—Gracias.

La falta de entusiasmo que tenía hoy plantó cierta curiosidad en Kuroo.

—¿Todo bien?—cuestionó, teniendo que dejar en segundo plano su desayuno. Bokuto permaneció en cama, parpadeando repetidas veces y con la mirada perdida en su calendario de pared, al que le había pegado un sticker de buhó y mensajes personalizados para no dejarlo tan aburrido.

Nuestro universo | Bokuaka y Kuroken Donde viven las historias. Descúbrelo ahora