Kiss It Better - Volkacio (+18)

Parte 2: Desperado

"If you want, we could be runaways
Running from any sight of love"

La relación entre Horacio y Volkov cambió desde esa noche. Siguieron teniendo encuentros casuales, a veces en el departamento de uno, otras veces en el departamento del otro. Al principio solo era sexo, pero luego pasaron a verse sin que el único propósito fuera ese, era innegable que disfrutaban de la compañía del otro. Llevaban así casi tres meses, aunque nunca habían aclarado su situación, ni habían acordado ser exclusivos. Estaban bien dejándose llevar, pero los sentimientos más allá de la atracción no tardaron en llegar.

-☾-

Las puertas metálicas se abrieron y el ruso bajó en su piso. Venía de hacer la compra, por lo que, iba cargado con bolsas que entorpecían su movilidad.

Saliendo del ascensor oyó un grito de una voz más que conocida para él, pero no logró entender qué había dicho.

Lo siguiente que vio lo dejó petrificado: Horacio estaba abrazado a un hombre rubio como si su vida dependiera de ello. Ambos se mecían tiernamente y el ruso sintió su pecho arder cuando notó las manos del otro hombre en la cintura del menor.

Avanzó hasta su puerta admirando la escena sin decir nada, queriendo pasar desapercibido, pero su plan se arruinó cuando vio como el menor le susurraba algo al rubio. Sintió un sabor amargo al ver el trato especialmente íntimo entre aquellos dos. En un descuido, las llaves de su casa resbalaron de su mano, cayendo al suelo y alertando sobre su presencia.

⏪Cinco minutos atrás⏪

-¿Lo dices en serio?- Horacio vio a su hermano incrédulo.

-Que sí idiota, no es coña, me dieron el ascenso- El de cresta abrió los ojos sorprendido y le mostró una amplia sonrisa.

-¡Felicidades Gustabo!- El joven se abalanzó sobre el rubio colgándose de su cuello en un tierno abrazo. Gustabo lo recibió cogiéndolo por la cintura y se balanceó un poco para mantener la estabilidad. Horacio estaba eufórico, su hermano llevaba años luchando por esa promoción y finalmente se la habían concedido.

El menor se alejó un poco de su hermano, aún sin romper su abrazo, para poder verlo a los ojos.

-Esto lo vamos a celebrar, realmente lo mereces, felicidades- Dijo casi en un susurro. Amaba a su hermano como a nadie en el mundo y sus logros los emocionaban como si fuesen propios.

Horacio oyó el ruido de algo metálico golpeándose contra el suelo detrás de él y soltó a Gustabo para ver qué era. Al darse vuelta se encontró con su ruso favorito cargando bolsas del supermercado e intentando recoger sus llaves del piso.

-Buenas Viktor- Horacio se alejó de Gustabo dispuesto a ayudar al mayor, pero el ruso fue más rápido y recogió sus llaves antes de que terminara de acercársele.

-Privet Horacio- Asintió con la cabeza en su dirección, pero su mirada estaba fija en quien estaba detrás de él. -Privet- Sus modales lo obligaron a saludar al hombre rubio. Viktor no podía evitar verlo con un dejo de recelo escondido tras una sonrisa cordial.

-Buenas- Respondió el rubio sonriendo desafiante y sosteniéndole la mirada.

Gustabo no tardó en adivinar lo que pasaba. Por pura malicia, se acercó a Horacio, rodeó su cuello con su brazo y se recargó en su espalda. El rubio notó como el ruso soltó un bufido antes de sonreír con amargura.

-Bueno, los dejo, tengo mucho que guardar- Levantó ligeramente las bolsas y puso la llave en el cerrojo de su puerta para abrirla. -Que tengan buena tarde- Fue lo último que dijo y sin esperar una respuesta, ingresó en su apartamento.