_¿Quién es Dios? Le pregunta Azul con la mirada hacia arriba, tratando de abrir esos ojitos chiquitos, delineados del color de su nombre.
_ ¿eh?_ El voltea, de lo ausente que estaba, mirando los árboles a través de la ventana del bus.
_ ¿Quién es Dios? Le repite la pregunta, pero esta vez mirándolo a los ojos, pero por pocos segundos, para luego pestañear y mirar hacia otro lado.
Él, mirando las puntas del cabello de Azul, que por la luz del sol se ve más castaño que de costumbre, le responde:
_ Si alguien me pregunta, ¿quién es azul?, ¿cuál crees que fuese mi respuesta?_ mmm pues de manera completa, no creo que puedas decir quién soy _ dijo Azul, mientras acomodaba su cabello para un lado.
_Si, ¿y sabes por qué?, le pregunta, con voz pausada.
Azul, tratando de peinar su cabello, los desordena, y pensando en silencio, después de unos segundos le responde:
_ porque nunca terminas de conocer a alguien, nunca sabes lo que piensa o siente.Él sonríe mirando lo que hace con su cabello y le explica:
_ solo el espíritu que habita en ti sabe lo que piensas, lo que sientes, así mismo el espíritu que habita en Dios, sabe lo que hay en Él, por lo consecuente sabe quién es.Azul deja de agarrarse su cabello, y levanta uno de sus dedos para hincar en la frente de Él _ tú eres tan misterioso que ni tu espíritu te conoce _ y suelta unas carcajadas.
Él tratando de esquivar el dedo de Azul toma su mano, con una pequeña expresión de sonrisa _Azul nunca tomas nada enserio.
_ No seas renegon y dame mi mano señor misterioso, le dice Azul, tratando de zafarse.
Él suelta su mano, y le da un beso en la frente, tan inusual e impredecible como siempre, Azul sorprendida por dentro, agacha la mirada y se recuesta como si fuese su alma el asiento y ella sus sentimientos. El se queda mirándola por unos segundos que parecen infinitos, y en ese silencio incómodo que te compromete a iniciar alguna conversación para que la situación no se vuelva extraña, él se voltea y sigue mirando por la ventana.
Después de unos minutos los dos parecen quedarse dormidos. De fondo se escucha el instrumental que el chofer suele poner en sus largas rutas y todos los jóvenes que se encuentran en el bus, parecen entrar en un espacio personal, donde están sus más tristes y felices recuerdos.
El sol se está ocultando y los rayitos del sol ya no caen sobre el cabello de Azul, quien duerme sin ninguna expresión, y da por momentos pequeños saltos, como si estuviese teniendo alguna pesadilla. De pronto despierta respirando fuerte y sudando frío, su corazón late muy fuerte, y por unos segundos se queda quieta como esperando que su alma vuelva a su cuerpo y que el miedo se vaya, después de tomar valor, respira fuerte y suelta unas palabras susurrando <<el miedo es mentiroso, el amor echa fuera todo temor>>, lo repite una y otra vez, acomodándose en el asiento y una vez tranquila voltea a verlo, él sigue dormido, Azul lo observa como si fuese la última vez que lo viera, como si su imagen se desvaneciera con el pasar de los minutos, como si su recuerdo se borrará y solo quedara sus palabras que a veces suelta dejando atrás su silencio, como si se quedara con el ultimo beso en la frente y se enmarcará en un cuadro para adornar una antigua casa donde solo vive una abuela a quien nadie visita. Azul frunce su frente como cuestionando porque siente todo eso, hasta que él despierta.
_ Azul ¿por qué me miras con esa cara tan fea?_ le pregunta casi bostezando.
Azul se sorprende y toma compostura. _ ¿feo?, feo es tu ronquido que no me deja dormir.
_ ¿yo? yo no ronco.
_ y porque estas tan seguro de eso, ¿cómo podrías saber si roncas o no, si estás dormido?_ le cuestiona, Azul.
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Un Viaje en Bus
Teen FictionUn grupo de jóvenes viajan en un bus, hacia un retiro espiritual, a cambio de no ser llevados a una correccional de menores, pero en el camino son sorprendidos por un extraño accidente. ¿Qué pasará cuando sean puestos a prueba, en el momento menos e...