Capítulo 2: ¿Dónde estamos?

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Todo sucede a su tiempo. 

Aunque tengo la habilidad de entender el paso del tiempo, no alcanzo a comprender lo que sucede dentro, desde el principio hasta el fin. Debajo del sol, en la hora exacta, este sentimiento va desapareciendo.

En una habitación donde entra poca luz, a través de la ventana, estaba ella, sentada al borde de su cama. Su cuerpo parecía estar sin vida, Azul la observaba desde la puerta y después de unos segundo decidió acercarse, y cuando se encontraba a tres pasos de ver su rostro, un sonido estruendoso la detuvo; cayó al suelo de dolor y tratando de tomar fuerzas, levantó su mirada y no podía creer lo que tenía al frente de sus ojos, su cuerpo temblaba, y antes de que pudiera decir alguna palabra, la mujer se lanzó para golpearla, Azul reaccionó esquivandola y tratando de vencerla, la golpeó contra el suelo, mientras pensaba <<de verdad estoy peleando conmigo misma>>

Como si por un instante hubiese estado nuevamente en ese sueño, Azul trata de despertar. Siente su cuerpo adolorido y poco a poco logra abrir sus ojos, trata de reconocer el lugar y por las ventanas rotas entiende que aún se encuentra en el bus, con mucho esfuerzo busca ponerse de pie, y apoyándose en los asientos trata de salir por una de las ventanas, saca primero su cabeza y cuando logra sacar todo su cuerpo, se sienta para tomar aliento, levanta la mirada dando un profundo suspiro... Azul no puede creer lo que hay a su alrededor, o mejor dicho, lo que no hay a su alrededor, se queda totalmente atónita, hasta que como un golpe al corazón, lo recuerda, desesperada mira a todos lados como buscándolo y con miedo de no volver a verlo se dispone a gritar su nombre, pero cuando está a punto de hacerlo, escucha a una persona hablar detrás de ella, Azul sabe que no es él, pero voltea con la esperanza de que lo sea, no ve a nadie, pero sigue escuchando la voz, rápidamente corre al filo del bus y mira hacia abajo, es José (el responsable de que todos fueran declarados culpables en la corte), Azul decepcionada de no ver su rostro en medio de todas aquellas personas que están alrededor de José, les grita desde arriba:

_ ¡Oigan!, ¿Qué es lo que pasó?

Cuando unos de los chicos está por responder, se escucha gritar a Jonathan
_ ¡Oigan!

Todos voltean a verlo. Jonathan viene hacia ellos corriendo, una vez que llega, pone sus manos en sus rodillas, cansado y tomando aire les dice:
_¡No me van a creer! _ y saca de uno de sus bolsillos una estrella de mar.

Todos se miran sorprendidos.

Marcelo, un joven alto y flaco, sale de atrás y con una voz fina, media chistosa, pregunta:
_¿Pero esto no es un desierto?, ¿cómo hay una estrella de mar?

Jonathan lo mira _ al parecer no es un desierto y creo que estamos cerca del mar.

Azul, que observaba y escuchaba todo desde arriba, busca la forma de bajar, Mariam al verla, le da la mano para ayudarla.

Azul en voz baja le pregunta a Mariam
_¿Dónde está el chofer?, ¿qué está pasando?

Pero, Mariam solo baja la mirada y se va a un lado a sentarse.

Azul se dirige a Jonathan y le pregunta _ ¿dónde encontraste eso?

Jonathan le señala por donde, diciéndole
_ Mi amigo aún sigue ahí, se quedó detrás de ese murito de arena.

Azul mira y se dirige hacia ese lado, mientras los demás se quedan especulando sobre lo que está pasando.

Azul va caminando hacia donde Jonathan le señaló, y mientras camina observa piedritas de colores en la arena, los empieza a juntar de a uno y cuando está a punto agarrar una piedra peculiar, una mano le gana.

Un Viaje en BusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora