[ chapter two ]
LO ÚNICO QUE Cassiopeia Black odia de la escuela fue la forma en que al día siguiente de de su llegada, comenzaron las lecciones, sin dejarles tiempo para acomodarse nuevamente antes de volver a la rutina escolar, esto explicaba por qué se estaba quedando dormida en su trabajo en clase.
Su cabeza descansaba en la palma de su mano mientras cerraba los ojos, se despertaba de vez en cuando, haciendo que Nova, que estaba sentada a su lado, riera en silencio para sí misma cada vez que lo hacía.
Como de costumbre, los Slytherin fueron colocados con los Gryffindors, lo que significa que los merodeadores estaban en la misma clase que Cassie, y aunque estaba exhausta, prácticamente podía sentir la mirada de Sirius en la parte posterior de su cabeza, quería darse la vuelta y darle algún tipo de reacción, sin embargo ella sabía que eso era lo que él quería, solo una pequeña señal de que ella no lo estaba ignorando.
Nova se rió de nuevo para sí misma mientras veía a la cabeza de la chica de cabello oscuro golpear la mesa con un ruido sordo, haciendo que toda la clase se volviera para mirarla, incluida McGonagall.
"¿Estoy interrumpiendo su siesta, señorita Black?" Preguntó la severa profesora, acercándose a la mesa de las chicas, haciendo que Nova se sentara un poco mas derecha, no lo admitiría, pero siempre quiso agradarle a McGonagall.
Cassie asintió con la cabeza mientras agitaba una mano en el aire, sus dedos se movían ligeramente.
"Solo un poco profesor", respondió ella con una sonrisa en los labios.
"Pero está bien", McGonagall solo miró a la chica; sus labios se fruncieron en una línea apretada, no entendía cómo dos hermanos tan diferentes podían ser tan similares.
"Señorita Black, es consciente de que esto es un salón de clases," los ojos de Cassiopeia se agrandaron mientras miraba alrededor del salón, mirando a todos los estudiantes excepto a Sirius.
"Salazar Slytherin, tienes razón Minnie," habló, volviendo su atención al frente.
"No tenía idea", algunas personas se rieron de la respuesta de la chica, pero pronto se detuvieron una vez que vieron la reacción de McGonagall.
Si las miradas mataran, Cassiopeia Black dejaría de existir. La profesora contuvo el aliento entre dientes, había tratado con Cassie en su clase desde que la chica comenzó Hogwarts, así que sabía cómo era.
"Detención, señorita Black", dijo McGonagall con los labios todavía fruncidos, tratando de no dejar que la chica reaccionara.
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bruises, james potter
FanfictionCassiopeia Black creció con más en su plato que la adolescente habitual. No pudo ponerse vestidos rosas ni llorar por chicos que le habían roto el corazón. No. Estaba atascada preocupándose por sus hermanos y lo que depara el futuro. James Potter n...