bruises, james potter

𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘁𝗵𝗶𝗿𝘁𝗲𝗲𝗻

[ chapter thirteen ]

CASSIOPEIA BLACK SE ACOSTÓ boca arriba mientras mantenía los ojos cerrados, haciendo todo lo posible por volver a dormir, aunque sabía que sería imposible.

Todos a su alrededor estaban despiertos, moviéndose y hablando muy, muy alto. Cassie dejó escapar un pequeño gemido mientras movía su brazo para que ahora cubriera sus ojos, deseando desesperadamente incluso un minuto más de sueño.

"Cassie, ¡despierta, idiota perezosa!" La chica de cabello oscuro escuchó a alguien exclamar justo a su lado, sin embargo, solo levantó la mano y la agitó en el aire en señal de despido.

"Cassie, no me voy a perder el desayuno solo porque no quieres mover tu gordo trasero." Cassie arqueó una ceja, finalmente movió su brazo para mostrar su rostro. Mantuvo una cara seria mientras le respondía a la chica rubia que estaba parada al final de su cama.

"Morirías por tener un culo como el mío."

Nova dejó escapar un pequeño bufido, arrojando la almohada que estaba más cerca de ella hacia Cassie. Quién solo la atrapó y la tiró directamente hacia atrás. Nova soltó una risita, sosteniendo la almohada cerca de su pecho mientras negaba con la cabeza hacia su mejor amiga, su cabello rubio platino, que ahora estaba atado en una alta cola de caballo, moviéndose de un lado a otro.

"Enserio Cassie," dijo, arrojando la almohada una vez más para que golpeara a Cassie en la cara.

"Levántate."

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James Potter abrió los ojos para ver una luz blanca y brillante que lo cegaba. Sus ojos se agrandaron mientras la luz continuaba nublando su visión, incluso después de haber parpadeado un par de veces, tratando de borrarlo de su vista.

"¿Es esto el cielo?" No le preguntó a nadie en particular, sin embargo, cuando escuchó a sus tres amigos reír a su lado, supo que no era así.

El chico se sentó y se pasó una mano por el cabello, que estaba levantado en todos los extremos, pero no hizo nada para arreglarlo.

"Sé que esto no es el cielo," James colocó sus lentes en el puente de su nariz, empujándolos hacia arriba para que sus amigos finalmente se enfocaran.

"Ustedes tres estarían en el infierno, definitivamente no en el cielo".

Peter se rió entre dientes una vez más, mientras Sirius fruncía el ceño y Remus ponía los ojos en blanco sabiendo lo que se venía.

"Si vamos al infierno, te arrastraremos allí con nosotros". Dijo Sirius, cruzando los brazos desde donde estaba sentado en su cama junto a la de James.

"Me gustaría verte intentarlo, pequeño debilucho." James respondió, dejando escapar un pequeño bostezo.

"No soy débil, soy tan fuerte como mil elefantes". Remus soltó un pequeño bufido cuando James rasgó su ceja, sacudiendo la cabeza suavemente.