Ichiji-tekina Kappuru - Hontō no pātonā / Pareja Temporal - Compañera Real

CAPITULO Nº 1

Aun sabiendo que él tenía una alianza con otro reino...una prometida quien aún no llegaba a la madurez exigida en los youkais para nombrarla su compañera, por lo cual Kagome era su pareja temporal por el momento.

La vida era diferente cuando Kagome volvió al Sengoku, tarde se dio cuenta que lo que tenía con Inuyasha estaba perdido, ya que el solo la podía ver como el recuerdo de Kikyo la única mujer a la cual amo, no por eso debía deprimirse y decidió respetar la decisión de su mejor amigo quien después de dos años encontró su compañera de vida que era hanyou igual a él; mientras Kagome encontró un nuevo amor en el medio hermano de Inuyasha con quien se marchó a vivir al castillo.

"¡Miko...no podemos estar juntos...aun así...te quedarás a mi lado...!"-Sesshomaru le había confiado que él tenía una prometida, la hija de un Lord Cardinal, alianza que fue realizada por Inu No Taissho cuando la cachorra nació y él estaba ingresando a la pubertad...llevándose 400 años de diferencia.

"¡Quiero estar a tu lado, el tiempo que podamos estar juntos...!"-Lo amaba y si debía compartir unos años con él de esta forma lo haría.

"¡Hmmm...has lo que quieras...!"-La amaba pero como Daiyoukai no podía mostrar sus sentimientos eso era muestra de debilidad.

"¡Sesshomaru...me convocaron a la presentación del cachorro de Koga y Ayane...ellos me consideran manada y debo partir me iré mañana por el lapso de dos semanas...!"-no quería ir pero era su obligación participar de los momentos más importante de la manada de lobos youkais.

"¡Hmmm..."!-no quería dejarla partir de su lado tanto el cómo su bestia tenían una conexión que no lograban entender con esa humana la cual despertó sus sentidos en el momento que logro sacar la espada Tetssaiga de su padre que se encontraba incrustado en una piedra en su tumba bajo un hechizo, en otra oportunidad la salvo de morir envenenada lo cual lo molesto y mato al infeliz que provocó ese problema.

"¡Acompáñame a la aldea de los lobos, por favor...vamos juntos...!"-Kagome quería viajar por los bosques con su amor, ya que tenía solo algunos años a su lado, no quería desperdiciarlos.

"¡Miko...tengo deberes que cumplir en mi reino...no puedo perder el tiempo de esa manera...cuando vuelvas deberemos hablar de tus obligaciones mientras permanezcas en palacio...!"-Sesshomaru quería que poco a poco se acostumbre a las obligaciones de una lady, mientras ella estuviera fuera del palacio buscaría una forma de que sus súbditos la respetasen y no la vieran como una concubina sino como una lady a pesar que ella no sería la lady del Oeste seria su lady solo para él su mujer...su miko...con voz y voto en su palacio a su lado siempre a su lado.

"¡Esta bien...volveré lo más pronto posible..."!-sabía que esa sería su respuesta, pero nadie podía culparla...pero su respuesta aun así la entristecía.

Al anochecer luego de la cena como cada noche fueron a su alcoba para descansar, en el transcurso de la cena el Daiyoukai sopeso lo que haría para que su prometida rompa su compromiso sino lo lograba cumpliría su palabra pero no dejaría a Kagome, al tener una idea de lo que haría en ese tiempo, se dijo a si mismo que aprovecharía sus noches con su miko, no sabía Sesshomaru lo que desencadenaría en Kagome cuando le pida cumplir con sus obligaciones dentro de palacio cuando vuelva, por lo cual se dejó llevar y esa noche tomo su cuerpo como si fuera la primera vez como si recién conocieran sus cuerpos con pasión, con ansias...con ternura.

Kagome estaba en las nubes, y a su mente venían los recuerdos de sus primeros encuentros cada noche por tres meses en el borde del rio, luego en la pradera cuando se quedaba hablándole y el solo respondía con monosílabos y una noche de luna llena el Daiyoukai probó sus labios desprevenidamente, luego cada noche por un mes cada que se veían tomaba el néctar de su labios hasta que no pudo resistirse más y sucumbieron a la pasión y se entregaron sin restricciones en una cueva a tres millas de la aldea de Inuyasha, desde ese momento Sesshomaru no podía estar alejado de su presencia y a los tres meses se la llevo a su castillo.