small stories

25› No me importa.

Ella se miro al espero, solo tenía su ropa interior color gris, miraba su cuerpo detalladamente, se estaba criticando complemente.

Su sonrisa que tenía antes se fue haciendo un rostro triste de verse, al estar mirándose no se dió cuenta de que Tom había entrado al cuarto.

— Nena...¿Que haces?

La chica le miro con miedo, hace tiempo no dejaba que le mirara así, aún teniendo ya casi cinco años casados. Intento taparse pero el se acercó antes y no dejo que se tapara.

— Déjame verte...hace mucho no te veía así.

— Tom esto es incómodo, no tengo el mismo cuerpo que tenía antes.

El chico rió levemente, agarro su mentón y le dió un beso corto.

— ____, has tenido a nuestro hijo, es normal que después de tener un hijo tu cuerpo cambie, igualmente eres hermosa así.

— tengo estrías...subí de peso y mis ojeras...tu simplemente estás igual, incluso empezaste a ir al gym y ahora estás mejor, siempre se me quedan mirando mal y me miran como si...no debieras estar conmigo.

— Como dije, estas hermosa y eres perfecta así, y que si la gente te ve así, da igual, son gente estúpida, que si voy a gym dejo de ir si quiere además  Yo también tengo ojeras, tus estrías con hermosas, tu peso es el adecuado y no voy a dejar que te andes tratando de esta manera, mi esposa es una puta diosa griega y quien diga lo contrario es un jodido idiota.

Ella rió, en serio tenía al mejor esposo.

— no quiero que dejes de ir, se que te gusta...¿llevaste a rod a su escuela?

El dijo si en murmullo mientras ponía su cabeza en su cuello.

— le dije a edd si lo podía cuidar con matt y dijo que si, así que tenemos el día para los dos. Para concentir a mi perfecta esposa.

Se puto enfrente de ti y se puso a darte besos en la cara y luego te dió uno en los labios.

— venga, vístete y vamos a comprar lo que quieras, compras vegetales o frutas para comer y las saco, se que no te gustan y las a Estado comiendo, date un gusto hoy.

Ella rió y asíntio.

— voy a ir al gym contigo ahora.

— que me agarre a putazos a los que te vean en el gym dice.

— Tom no, comportate.

Dijo entre risas. El la miro con ternura, como si verla reír fuera lo mejor del mundo y es que para él así era.