Capítulo 5: ¡Xavierino!

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¡Xavierino!

Xavier

Simplemente podría seguir observando como divaga en cual salón entrar, no es que este muy lejos, Blake me hablo de la carrera de su prima y estoy seguro que entrar al salón de química no está en sus materias, lleva unos jeans apretados y una camisa de azul con flores de colores, una maleta y el cabello algo recogido.

Buena elección, no entró al salón de química, ahora quiere entrar al salón de anatomía, decido dejar de jugar y me acerco despacio a ella, hasta estar parado detrás de ella, parece que no me notará o quizás no lo hace.

—Este no es el salón que buscas Carmen —le digo, se sobresalta y se hace para atrás ocasionando que su espalda choque con mi pecho pasó una mano por delante sosteniéndola de la cintura—. Ey tranquila, te caerás.

—Disculpa— me dice mientras se para sobre sus pies y trata de acomodar su cabello, se gira hacia mí—. Me asustaste un poco.

—Disculpa por eso...

—Espera, ¿cómo me llamaste?

—Carmen, creo, ¿por qué?

—Porque de nuevo ese no es mi nombre, es Clara, no es complicado.

—Disculpa, cuando pienso en ti siempre confundo tu nombre, es algo que solo pasa.

—Buenos, y entonces ¿a qué debo el susto?

—El susto fue debido a que estabas a punto de entrar al salón de anatomía, sé que estudias algo referente a empresas, así que asumí que esté no es tu salón.

—Asumiste bien amiguito —comenta y su mano en puño alcanza mi hombro y le pega de manera suave.

Debo admitir que el gesto me sorprende, en especial de verla muy tranquila y un poco enojada después de la fiesta en la casa de Blake, casa donde ella ahora vive, debería visitar a Blake más seguido.

Ahora viéndola bien y la luz del día, puedo detallarla de manera más precisa, su piel canela hace que unas cuantas pecas se noten en su nariz, de seguro podría ver más si me acercará a ella, pero no lo haré, tiene unos labios hermosos, no son rosas, son más oscuros y el cabello oscuro se le escapa del moño haciendo que ciertos mechones estén sobre sus mejillas, si muy bonita.

Tiene manos muy bonitas y lo sé porque las está agitando frente a mi rostro.

—Oye, que te pasó, te perdiste en tus pensamientos —me dice—. Me dirás entonces donde se dan las clases de administración.

—Si eso es lo que quieres te lo podría decir, pero mejor sígueme.

—Necesito ir a clases —me dice mientras cruza sus brazos sobre su pecho.

—Yo voy al mismo piso, al igual que tú tengo que ver ciertas materias fuera de clases.

—Okey —dice y camina y pasa frente a mí.

La veo dirigirse por uno de los pasillos y entonces cuando está lo suficientemente lejos le grito.

—Ese pasillo no te lleva al piso que quieres Carmen —se gira sobre sus pies y me ve con el entrecejo fruncido, no, esta vez sé que dije su nombre mal, eso no le quita lo divertido.

—¡Eso es jugar sucio Xavierino! —me grita de regreso.

Río y le hago ademan con la mano para que me siga, nos dirijo a uno de los ascensores y aplasto el número 5 y el 6.

—En el 5 te quedas y del lado derecho el salón número 3 es al que debes ir, igual lo confirmas al entrar, debe estar la etiqueta.

—¿Y tú dónde vas? —muerde sus labios al momento que hace la pregunta, gira su rostro y ve fijamente la puerta del ascensor.

ALGO DE NOSOTROS (En Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora