15.- SeungMin

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Había dos cosas pasando por su cabeza: (1) ¿de dónde había sacado la voluntad? Y (2) ¿por qué se sentía tan bien cuando ChangBin empujaba sus dedos dentro su interior tan fuerte?

SeungMin jamás se imagino que su novio, el darks con brillitos rosas fuera a tener aquel deseo de verlo amarrado a la cama mientras se entretenía con sus gemidos y jadeos al presionar su punto del placer tan sensible. No le servía de mucho tratar de moverse o siquiera cerrar las piernas, pues apenas lo hacía, su novio presionaba con más ímpetu su interior para luego empezar a tocarlo con su mano libre. SeungMin no recordaba muy bien como fue terminó de esta forma si tan solo había hablado de ello. Nunca pensó que sería el mismo quien comenzará a jugar con la poca cordura de su novio, ni que fuese el mismo quien empezará a moverse sobre sus piernas, creando no sólo una, si no dos ereccion.

Aunque tampoco iba a pedir que se detuviera, la sensación que su novio causaba en su interior siempre era increíble y terminaba abriendo las piernas tanto como podía. Sabía que ese día no sería la excepción cuando vio a ChangBin ponerse el condon.

-Minnie, ¿Estás bien? - preguntó el mayor mientras se acercaba a él para besarlo, tratando de distraerlo del dolor que causaba cada que se adentraba en su interior con aquella prominente ereccion que ahogaba al menor al grado de hacerlo lloriquear con fuerza.

ChangBin sabía que SeungMin era demasiado masoquista a la hora del sexo, sabía que le gustaba cuando entraba de una sola estocada y le lastimara la garganta, pero ese día quería ir lento. Quería ver a SeungMin cerrar los ojos mientras abría la boca y sientos de gemidos salían de ella pidiéndole más placer acompañado de groserías. No quería ser el bruto de siempre, ni cansar a su novio con sólo una vez, no, él quería que SeungMin disfrutará de hacer el amor con él.

Pero ¿cómo? SeungMin siempre era agresivo, le encantaba las marcas y los rasguños, le encantaba que ChangBin fuera un loco total y le hiciera gritar con cada movimiento de su pelvis. SeungMin no quería lento, SeungMin rápido, salvaje y desenfrenado.
Aún así, y ante la queja de su novio, ChangBin lo besaba, mordía y hacia a sus movimientos más lentos y precisos. Dilatando la estracha cabidad del menor con cada embestida que le proporcionaba.

-Binnie... ¿Por qué, por qué ta-tan len-lento?

ChangBin no respondió, a cambio salió del interior del menor, le desató las muñecas para sentarlo sobre sus muslos y volver a entrar en él, ahora con más fuerza, robándole un grito bastante alto al chico entre sus brazos. Lo sujetó de la cintura y lo ayudó a subir y bajar por toda su ereccion, regalandole gemidos al oído que encendía cada vez el pequeño cuerpo de SeungMin. Aquel que se aferraba a su espalda con desesperación, enterrando sus uñas por todo el amplio espacio para luego morderlo y dejar una nueva marca sobre el cuello de su amante.

De alguna manera, sus rodilla terminaron sobre la cama, su manos en los hombros del mayor y este empujando sus caderas con más fuerza contra el menor. SeungMin hecho la cabeza hacia atrás gemiendo. Abriendo la boca desesperado mientras sentía que explotaria en cualquier momento si ChangBin seguía golpeando aquel lugar con esa constancia desesperada.
Se dijo a si mismo que podía resistir un poco más, que no se iba a desmayar si aguantaba lo mismo que su novio cuando tenía sexo.

Se lo dijo, junto antes de que ChangBin lo pusiera sobre sus rodillas y codos en la cama. Antes de que un par de nalgadas fueran dejadas en su trasero y que el mayor lo jalara del cabello para embestirlo con fuerza, creando los sonidos chaquentes de pieles al contacto. La desesperación se adueñó de su cuerpo y se encontró a si mismo exigiendo más nalgadas y maltratos por parte de su mayor. Más profundidad y que le dijera lo necesitado que se estaba viendo, como si no tuviera sexo casi diario.

El mayor presionó la cadera de SeungMin con su mano libre, dejando más marcas sobre el cuerpo ajeno. Y permitiéndose abir las piernas de SeungMin un poco más. El menor no paraba de jadear, quejarse y gemir desesperado sobre la cama, mordiendo la almohada cuando su novio lo soltó del cabello y aferro con fuerza sus caderas. Golpeado su interior con desesperación, queriendo que SeungMin sintiera el placer en cada rincón de su pequeño cuerpo.
Lo sintió, vaya que si, tanto fue su placer que acabo por correrse sin poder evitarlo más. Su garganta dolió, su espalda se arqueo y sus manos maltrataron las sábanas bajo su cuerpo. ChangBin también se corrió, llenando el preservativo dentro del menor.

SeungMin se dejó caer en la cama, cansado, pero ciertamente feliz. Sonriendo cuando sintió los brazos de ChangBin envolverle la cintura. Se giro a mirarlo, encontrando una sonrisa cómplice en sus labios y un poco de sangre en su cuello.

-¿Yo hice eso? - preguntó mirando fijamente el lugar. - ¿siempre lo hago? Lo siento, pero esto es salvaje y tengo que disfrutarlo.

ChangBin rio abrazandolo mas contra su cuerpo.

-Está bien, no duele como la primera vez que lo hiciste. - respondió besándolo. - ¿Estas bien? ¿Te duele algo?

-El culo como siempre. - dijo bajando su mano por el estómago del mayor hasta encontrar su miembro y tocarlo suavemente, jugando con el bellito de esa zona tan sensible al tacto. - Me encanta nuestra forma de tener sexo, Binnie. Creo que jamás te voy a dejarte y menos sabiendo que tienes esto entre las piernas.

SeungMin sonriendo cuando ChangBin lo sujetó de la muñeca para detenerlo.

-Ya no tengo condones, Minnie. - dijo regresando la mano del menor a la cama. - los dejé en Seúl porque se supone que este es un viaje familiar en el que, esto, no está permitido.

-En mi defensa, tengo 20 años, mis hormonas no me dejan tranquilo y tengo un novio con el pene mas grande que el mío, eso no se puede ignorar.

ChangBin rio subiéndose al cuerpo del menor mientras lo besaba y miraba. SeungMin se aferro al cuello del mayor para seguir sus besos que efectivamente, los llevó a otra necesitada ronda de sexo. Quien sabe, probablemente ya los había escuchado y la familia Seo estaba inquieta en aquella casa o tal ve estaban solos porque los Seo sabían que eso pasaría.
Daba igual, cuando ellos empezaban, nadie podía detenerlos hasta acabar tan cansados que se quedaban dormidos aún sudados.

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