Siniestra Romanza de la Nochevieja

Capítulo 3 - Bonus Track Literario

Siniestra Romanza de la Nochevieja
Bonus Track Literario

Der Morgen Danach
(La Mañana Después)

Luz abrió cansadamente los ojos, las sombras danzantes que el fuego de la fogata creaba ondulantes, fluctuaban en los tapices mullidos de aquel dormitorio en un teatro de sombras que ilumina con suavidad y dulzura.

La sesión de amor con su adorada ninfa unas horas antes, la había dejado sedienta y exhausta. Luz cayó dormida justo detrás de Amity estrechando con dulzura el cuerpo de su amada, sus cuerpos estaban entrelazados. De no ser por la aquejante sed, Luz ni se plantearía levantarse. Estaba en el mejor lugar de la tierra. Su amada dormía dócilmente entre sus brazos.

La noche exterior estaba cerrada en un manto de negrura indescifrable. Afuera, el viento de la noche aullante se alza con melancolía, y silba sus melodías endiabladas entre las simas oscuras de aquel valle nevado de encanto.

La oscura silueta de la chica latina se levantó de la cama. La morena se sirvió un vaso de agua de una jarra que estaba sobre uno de los muebles de aquel cuarto. Bebió cuánta agua la cupo en el cuerpo, las ventanas mostraban un panorama gélido tras el cristal. Dentro, Luz sentía la calidez del caldeado clima.

Miró a su dulce novia dormir cubierta por las sábanas, en algún punto antes de que ella despertase, Amity se había levantado y se había puesto de nuevo el camisón de dormir, Luz se miró a sí misma y descubrió que únicamente usaba unas mínimas pantys.

- Qué injusta es, señorita Blight... - le susurró al oído con suavidad subiendo a la cama pegándose al cuerpo de Amity, tras haber saciado su sed de agua y reponerse tras algunas horas de sueño, la líbido de Luz se había despertado con mayor apetito que antes. - usted sí puede dormir con pijama y yo no...

Luz besó el cuello de la chica con ternura buscando excitarla, las manos de la latina bajaron hasta la intimidad de su amada comenzando a hurgar en aquella dulce caverna de deseo, Amity por su lado jadeó cuando, levantando el camisón hasta la altura del cuello para tener el cuerpo Albo y desnudo de su amada al alcance de su tacto, Luz comenzaba a amasar con delicadeza sus albos pechos.

Con la mano que le quedaba libre, Luz comenzó a acariciarle los pechos a Amity con firmeza, con el amor y rudeza que sabía que Amity amaba que usara con ella.

- Despierta, mi bella durmiente... - jadeó Luz sintiéndo como su lujuria iba en aumento.

La latina arqueó su cuerpo contra el de Amity, dibujó el glifo de amor que antes había usado y al acto, la larga daga de deseo brotó de su sexo nuevamente.

- Amity... - volvió a susurrarle al oído a la chica siguiendo sus caricias masturbatorias en la flor de su dulce novia. - vamos, amor... Despierta... - jadeó viendo que Amity correspondía a sus cariños y deseos pero dormida, una idea impura se cruzó por la mente de Luz, algo a la vez mezquino y egoísta que, por otro lado, tenía su encanto atrayente con su componente prohibido.

Los ojos dorados de Amity se abrieron repentinamente al sentirse invadida por el sexo de su novia.

Un jadeo estertóreo más tarde, las piernas albas de la chica peliverde se cerraron apretando las caderas morenas de su amada atrayendo más aquél cuerpo contra el suyo.

- Traviesa... - jadeó Amity sonriendo aún amodorrada pero consumida por el deseo subconsciente de satisfacer y satisfacerse. - ¿Tu también querías más? - gimió Amity al oído de Luz clavando sus dedos en el cabello sedoso y fragante de su amada.