El supremo gobernante de la muerte, Ainz Oal Gowm, recorría su despacho de un lado a otro mientras se sumergía más y más en sus profundas reflexiones. Al menos esta era la impresión que tenía Quinta, la sirvienta cuya tarea era cuidar de Ainz ese día.
Los ojos de la sirvienta brillaban con admiración, mientras observaba al supremo gobernante de Nazarick, caminar de un lado a otro. Probablemente, un ser como ese vislumbraba un futuro tan lejano que ella no podía siquiera empezar a imaginar. Como fuere, Quinta solo tenía una tarea, la cual era velar por satisfacer cualquier necesidad que llegara a tener su amo.
—"¡Maldición!" Ainz gritó con frustración, o para ser más precisos, lo pensó. Alguien en su posición no podía permitirse mostrar una imagen lamentable frente a sus subordinados "¿Cuál era su nombre?"
Quinta empezó a inquietarse al percibir cierta inquietud provenir de amo, quien regularmente era una criatura que se caracterizaba por mantener la calma en cualquier situación.
—"¿Ainz-Sama?" Preguntó con preocupación.
—"¿¡Eh!? S-Sí, ¿Qué sucede Quinta?" Ainz estaba tan absorto en sus pensamientos que el comentario de Quinta realmente lo sorprendió.
—"¿Acaso pasa algo malo?" cuestiono mientras juntaba las manos como si estuviese realizando algún tipo de oración.
Por supuesto, Ainz no podía simplemente decirle a su subordinada algo como: "Olvide el nombre de aquel caballero del Imperio." No alguien como Ainz, mostrar ese tipo de incompetencia era impermisible. Dicho eso, él estaba nervioso porque Albedo llegaría pronto para hablar de algunos temas relacionados con la reciente subordinación del Imperio Baharuth y él no podía recordar el nombre o el título de la persona a la que se le había confiado las relaciones diplomáticas con el Reino Hechicero.
Llevaba cerca de quince minutos raspando los confines de su memoria en busca de una respuesta satisfactoria a su pregunta, más no tuvo resultado alguno. Al final, lo único que consiguió realmente fue ponerse aún más inquieto por no quedar mal frente a los guardianes.
—"¡Uhm!" aclaró su inexistente garganta "No, Quinta. Simplemente pensaba sobre la reciente subordinación del Imperio Baharuth."
—"Como se esperaba de Ainz-Sama." Quinta estaba encantada, si no fuera por la etiqueta, ella probablemente estaría saltando de alegría. Después de todo, cualquiera se alegraría al descubrir que sus suposiciones eran correctas.
—"S-sí... Lo que me recuerda, ¿llegó algún informe mientras estaba en mi habitación?" Ainz tenía la esperanza de que el alguno de los informes que le llegaban diariamente, hubiese alguna información relacionada con el enviado del Imperio y así poder disimular con más naturalidad frente a sus subordinados.
—"Lo siento, Ainz-Sama." Quinta se disculpó realizando una profunda reverencia.
—"No te preocupes, solo era una pregunta casual." Respondió con cortesía "¡¿Qué voy a hacer ahora?! ¿Qué haré si Albedo o Demiurge hacen demasiadas preguntas sobre el tema y se dan cuenta de que no recuerdo ni siquiera el nombre del enviado?" Pensó.
En defensa de Ainz, cuya incompetencia social lo atormentaba, la realidad era que diariamente revisaba docenas de informes y documentos con una cantidad bastante variada de temas, por lo que, para una persona como él, era simplemente irrazonable memorizar todo lo que había escrito en los documentos.
—"Bueno, no es como que me lo preguntaran irremediablemente, ¿no?" se reprendió a sí mismo.
Mientras Ainz divagaba, la puerta de su despacho sonó repentinamente, el característico sonido de la puerta regreso a un distraído Ainz a la realidad.
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Overlord: El pueblo oculto de Ijaniya
ФанфикEn uno de los bastos rincones del territorio Baharuth, existe una organización de asesinos, la cual está ubicada en un pequeño pueblo oculto entre la cadena montañosa que rodean el Imperio. La líder de dicho asentamiento es Tira, una Kunoichi que h...