Experimento Humano (Cancelada Por El Momento)

Capitulo uno

Dicen que formar parte de un experimento es malo, pero no lo creo, no para mí. También se dice que traería enfermedades pero creo que eso solo pasará si sigues los chismes de las personas.

Quizás esa sea una de las razones de que sea el único joven en este salón lleno de gente adulta y ancianos esperando alguna llamada de algún doctor decir su nombre y partir a la habitación en la cuál tomaran los exámenes para ver si eres lo suficientemente bueno para el experimento internacional que hará.

-Señor Walker-Un señor canoso salio de algunas de las habitaciones leyendo el cartón de pacientes. Un señor robusto que estaba a mi lado derecho se movió esperando a que fuera él.- Señor Peter Walker.- Concretó el doctor.

Sonreí al escuchar mi nombre. Orgulloso me levanté de un salto de mi asiento y me encaminé hacia él sin antes echar una mirada hacia el señor que estuvo de mi lado. Aquel estaba gruñendo por no ser él. Solté una risa ahogada.

-Soy yo-Me puse enfrente del señor con bata y su insignia decía DOCTOR WILLIAMS.

Williams me miró e hizo un ademán haciendo que entrará en la habitación.

Asenti levemente adentrándome al lugar. El olor me hacía recordar a los dentistas y sobre todo aquel asiento en que debía ponerme.

-Toma asiento, Peter- El doctor hablo sentándose frente al computador e hice caso a lo que me ha mandado.- ¿Qué trajo a un joven como tú por acá?- Me miró esta vez entrelazando sus manos sobre su regazo.

-Bueno, sólo quería intentar algo nuevo y ser parte de algo-Me encogí de hombros.

-Me sorprendes, vas directo al tema- Williams río.- Es interesante ver lo honesto que eres, siempre la gente está diciendo cosas sin sentido cuando no tienen idea del experimento.

-Bueno... Creo que para ser la primera vez lo he hecho bien, ¿No?-Sonreí sarcásticamente.

-He, Peter calma-Williams hizo un gesto con su mano volviendo a mirarme, solía ser incomodo- ¿Sabes de que trata esto?-Negué con la cabeza- Bien, el presidente necesita a una persona para esto, como ya ves. Esto esta constituido por muchos científicos y doctores como yo.- El tipo de levantó  del asiento conectando unos cables a mi cuerpo que estaban unidos a una máquina.- Estamos buscando a la persona indicada para...-Lo interrumpí.

-Yo también no tengo novia y buscó a la indicada.- Bromeé alzando una ceja.

-Muy chistoso joven Peter.-El doctor comenzaba a caminar de un lado a otro mientras hablaba.- Y bueno, estamos por una persona que este dispuesta a perder una gran parte de sus sentimientos. Esto quiere decir alegría, tristeza, amor.-Me miró parándose en seco.- ¿Serías capaz de perderlos en una cosa como esta?, toma en concreto que tus sentimientos no volverán.- Sonrió de lado como si pensará en negarme.

-Sí.- Asentí y su cara parecía sorprendida.

-Bien, es ahora mismo, ¿Te parecería?-Dijo no muy seguro de mi respuesta.- Muchos es han negado después de decirles todo aquello, excepto tú, me sorprendes niño.

-Si me parecería, no tengo de que preocuparme, mis padres haces unos años han muerto y he quedado solo desde entonces... excepto por algunos tíos que no suelo importarles mucho-Susurré y lo miré.- De verdad no tengo problema. Ya tengo 19 años y no creo depender de nadie ahora mismo, en éste tiempo he aprendido a cuidarme.

-Está bien.- El tipo de dirigió a la máquina a la cual me había conectado.- Tus resultados son buenos, puedes ser parte y ya que estás de acuerdo no hay por quién más buscar.- Sonrió desconectándome los cables y guardándolos en su lugar.- Espérame un momento.- Williams se dirigió a la puerta por la cual entramos y habló con quienes estaban afuera.- Señores. Ya no estamos en busca de nadie, gracias por su cooperación de venir, ya hemos encontrado a alguien, pueden despacharse.- Las personas fueron yéndose y se volvió con una sonrisa aún entallada en su cara,  me habló.- Levántate y sígueme, te mostraré lo que le haremos a tu cuerpo. Espero que no tengas a nadie importante, ya que no puedes negarte ahora.

-Tomaré eso como una amenaza.- Me levanté y fui detrás de él viendo que me esperaba más adelante.

Los pasillos daban a unas habitaciones parecidas a los de los hospitales, pero más a asustadizas ya sea porque tenían unas tantas cosas que vi desde lejos que juro que solo se veían en películas de terror.

-No chusmees tanto ya que te presentaré a tu doctora que se hará cargo de ti.- Williams me habló.

-Gracias señor por interrumpir mis pensamientos de películas de terror.-Reí tomando atención ahora mismo al pasillo de enfrente en el cuál caminábamos.

-Solo decía, Peter.-Prometo haberlo escuchado soltar una risa ahogada.

Yo sabía que en ese frío corazón de doctor, existía un Williams divertido, muy en el fondo, yo lo sé.

-Estoy seguro que estás hablando de mi en esa cabeza grande tuya.- Murmuró Williams antes de abrirme la puerta y dejarme pasar.

Le envié una mirada asesina.- ¿Me haz leído la mente?- Bromeé alzando una ceja, él solo rodó los ojos sonriendo y cerró la puerta sin siquiera pasar.

Volteé sobre mis talones y encontré a una joven de espaldas a mi, tenía un hermoso cabello castaño.

-Williams por fin..-La chica volteó a ver y me miró de pies a cabeza.

Perfecto, ahora mismo puede estar admirándome.

Solté una risa ahogada por mis pensamientos.

-Lo siento si te he desilusionado.-Me encogí de hombros.- Pero por lo menos soy más joven que el doctor y más guapo, ¿No?-Sonreí.

La chica solo esbozo una sonrisa e hizo sus cosas a un lado para acercarse a mí.

-Bien, ¿Así que tu serás mi sorprendente nueva doctora?

-Así es, bienvenido al experimento. Soy Annie, tu nueva doctora.

Y fue así como sentí que mi corazón se saldría de mi pecho al escuchar su hermosa y adorable voz.