Capitulo 2: Nunca pierdas la esperanza

368 26 14
                                    

Las horas de diversión de ambos par de adulto, y menor, pasaron en cuestión de minutos, se habían divertido todo lo que podían, pero como todo inicia también debe terminar. El sonido de las atracciones deteniéndose, apagando el sonido de la música atrayente para niños, los caballos giratorios pararon, y los puestos de dulce, comida y mas comenzaron a cerrar, se había terminado el tiempo de la feria; todos los policías disfrazados de trajes de algodón espumoso se quitaban las cabezas de héroes, con los rostros mojados, rojos de tanto sudar, sin dudas fue un día largo para los oficiales de la ley, y un día maravilloso para todos los infantes, que se iban con sus padre, algunos se regresaban solos, o con compañía de amigos, pero dos personas, una mas pequeña aun disfrutando una gran hamburguesa de doble carne con queso, saboreando a su ritmo deseando que no acabase nunca, pero tenia que hacerlo, no podía quedarse en la feria, solo por un capricho y molestar al señor D, que fue tan amable de traerla a este lugar, donde la paso de maravilla, subiéndose a varios juegos con ayuda de el, claro al principio tuvieron problemas por su estado de vista, pero con algunas palabras del señor "D", convencieron a los de la feria, para permitirles subir a los juegos, si no querían una buena demanda por discriminación contra personas con discapacidad, aunque no le gustaba usar su estado para ganar provecho, pero hoy fue un motivo muy importante para hacerlo.

Ya terminando de comer, con el estomago lleno, y feliz de haber probado algo rico en tanto tiempo, busca un bote de basura par botar el envoltorio; el señor "D" de disponía a botarlo por ella, pero decidió hacerlo ella sola, quería probarse a si misma, y demostrar que podía valerse en un momento, sin sonar grosera, ayudándose con su bastón para buscarlo, picando a varias cosas a su paso, oyendo un maullido de un gato que su bastón pico, sorprendiéndose por el salto del felino cerca suyo casi cae para atrás, pero siendo atrapada por unas grandes manos, la ayuda a levantarse. Se siente algo avergonzada por lo que paso, tomando otra vez su bastón para encontrar el lugar donde va la basura, caminando hasta llegar al lugar donde quería, poniendo una sonrisa, usa su mano para encontrar el agujero donde se posita la basura, tirando el papel

-Listo- dando a escuchar lo logrado por ella sin ninguna ayuda, sin contar antes de su tropiezo con el gato

-*Clap* *Clap*- lo hiciste bien poka, te felicito- dando aplausos adulando a la pequeña por su cometido, tiñendo un poco sus mejillas

-G-gracias señor "D"-teniendo las mejillas coloradas por el buen alago del hombre que arriesgo su vida por ella, la hacia sentir contenta-..Pap, ¡Señor "D"!- trabándose la lengua a tiempo ante de decir otra vez esa palabra con la cara enrojecida- *Que me pasa, porque trato de seguir diciendo eso*-

-Si, poka-san ¿Ocurre algo?- dudoso por el comportamiento raro de la menor especial, a cada momento su corazón latía con fuerza

-E-esto..E-eh...Y-yo- trabándose con sus palabras sin poder decir lo que quería, lo que sentía ahora, la sensación de liberar el sentimiento cálido de su pecho, antes de hablar el hombre de terno la interrumpe-

Espera un momento, perdón por interrumpir, pero recordé lo de hace rato en la feria- dijo recordando junto a poka, cuando se puso frente a un micrófono- Las personas se impresionaron de tu voz, y la forma de como cantas, igual a mi no me imaginaba que cantabas tan bien- sus palabras sinceras ruborizaron a la joven pre-adolecente

-Por eso, quiero que me acompañes a una tienda cercana- Poka escucho lo pedido por el buen hombre, pensando un poco en aceptar, sabiendo que era bueno pero no debía confiarse- Tranquila, no es nada malo..es una sorpresa- dijo ultimo susurrando para sorprender a la chica- Aceptas, antes de que anochezca, valla cómo pasó el tiempo ¿Qué hora será?- dijo pensando en la hora del país donde estaba- Ya se- saca su celular del bolsillo- Siri, dime la hora-

Poka [Una nueva daredevil]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora