Alexandra, un novio y una futura mejor amiga

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Ese día llegué, no conocía a nadie pero a mi no me importa. Tenía ganas de pasármelo bien, estaba muy cabreada por haber perdido un verano entero en un chico tan estúpido.

Mi madre me llevó, se fue y empecé a dar vueltas por aquel sitio, vi a un chico con gafas de sol que parecían de su padre. Luego nos llamarón a sentarnos todos juntos para explicarnos como iba a seguir el día. Muchos se conocían ya de los años pasados, yo era una de las pocas nuevas.

Había una chica que parecía buena gente. Fui a hablarle y sentarme cerca suya. Mi gaydar se percató de que a esa chica le gustaban las chicas. Yo soy muy cariñosa así que mientras los monitores hablaban esta chica ya estaba tumbada encima de mi. Era muy suave su piel, era rubia, su voz dulce, su cuerpo blandito, y con una sonrisa encantadora. Sentí mi estómago caer, mi corazón se aceleró y sentí mariposas.

Después nos fuimos a las habitaciones. Estaban las habitación normal donde dormían todas las chicas, y la habitación VIP donde solo cabían 4 chicas. 

Ese día intenté hacer amigas. Me uní a las chicas que parecían las más populares. Cuando llegó la hora de elegir a las que iban a estar en la habitación VIP, las populares eran 3 y me dijeron que me pusiera con ellas, había triunfado!

En la habitación estaban Tania, Minerva, yo y Celia. No es que encajara mucho con ellas pero bueno estaba super bien estar en esa habitación con baño propio y todo. 


Lo dificil de ser bisexualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora