tres.
Después de haberme arreglado, cuando llego a la cocina, encuentro una nota encima de la mesa. Me acerco a tomarla y dice “Buenos días” con una letra cursiva perfecta. Me siento mejor de repente, hoy no voy a ser yo sola andando por este lugar, voy a hablar con alguien. Me dirijo a la biblioteca con la esperanza de ver a alguien pero, de nuevo, nada.
— ¿Hola? —Pregunto.
—Hola. —Responde después de un rato, con voz de Darth Vader. De hecho, así le digo, porque siempre está escondido, y por decirle Darth Vader, él comenzó a usar voz de Darth Vader. Aun no entiendo la necesidad de cambiar su voz y esconderse, pero funciona para mí.
— ¿Cómo estás?
—Un poco estresado, pero bien, ¿y tú? —Lo pienso unos segundos antes de responder, sé que estoy bien, pero, ¿de verdad lo estoy? Debo dejarlo ir, lo estoy.
—Bien. Oh, ¿y por qué estás estresado, por cierto?
—Tengo muchas cosas que hacer, es abrumante.
—No tengo nada que hacer, es abrumante.
—Quiero matar a alguien.
—No digas eso. —Digo riendo un poco. — ¿Quieres jugar ajedrez?
—Está bien.
Es muy conveniente que no lo haya quitado desde la última vez que estuvo aquí.
—Voy a hacer trampa. —Bromeo, escucho su risa con audio modificado.
—No podrías. —Dice y no sé cómo tomármelo cada vez que lo hace. Incluso un tipo que nunca ha hablado conmigo cara a cara puedes ver lo crédula que soy. Respiro hondo alejando el sentimiento. —En fin, ¿negras o blancas?
—Blancas. —Dice él.
—————
—Hola. —Saludo con una sonrisa cuando Jeremy entra por la puerta, estoy desayunando.
—Hola. —Responde como siempre, es un hombre imponente. Se acerca caminando a mí, y para, observándome a la cara. Me señala con un dedo antes de abrir la boca. —No estás maquillada. —Observa y yo ladeo la cabeza mientras niego.
—Ya te lo dije, es innecesario.
—Vamos a salir.
—Ya corrí hoy.
—No, no. Vamos a salir, voy a hablarte del trabajo que vas a conseguir, vas a conocer mi casa. Debes familiarizarte, ya vas a empezar tu vida.
— ¿Qué? —Pregunto sin expresión alguna. No parece legítimo.
—Vamos, el chofer nos espera. Hoy puedes dormir en mi casa, te tengo un cuarto hasta que consigas la tuya.
— ¿Debo hacer maletas o…? —Pregunto estupefacta mientras me levanto, Jeremy mira su reloj.
—Mandaré a alguien por tu ropa después, vamos. —Dice y empieza a caminar. Suelto una pequeña risa, y empiezo a caminar, esto es increíble.
Supongo que estoy bien vestida, para empezar, siempre uso jeans y blusas casuales, me parecen muy bonitas con los poco que sé de moda, además, él no me dijo que me cambiara.
Me subo al auto después de Jeremy y me siento como niña pequeña. La última vez que estuve en un auto fue un viaje fatal. El chofer cierra la puerta y me siento, obviamente luzco centrada, pero en cuanto me encuentre sola voy a sonreír mucho al respecto.
El auto empieza a andar y miro por la ventana, y le doy gracias a Dios, la verdad no creo en Él pero esto parece obra de las suyas, es irreal. No puedo creer que ya no esté viendo árboles en fotos. Disfruto cada parte del camino, y es un camino largo, es extremadamente largo, pasa mucho tiempo antes de ver la civilización. Por Dios, ¿por qué me tenían allá? Vivía en medio de la nada.
