26| Ella lo sabe

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SOPHIE CASPER

Me siento...feliz.

Tal y como no lo he estado en mucho tiempo. Siento que estoy superando mis problemas. Me cuesta admitirlo, pero creo que bastante porcentaje de mi alegría se le debe a él, a Reed.

Solo me falta revisar si el código del chat con Ellie coincide con los números que encontré.

Mamá apenas llegué hoy, me entrego el móvil. No preguntó nada porque confía en mí, piensa que no haré nada malo. Pero bueno... siempre hay que desconfiar un poco.

Me senté sobre mi blanca y suave cama. Abrí el cajón de mi mesita de noche y saqué de ahí un pequeño papel. Había anotado los números en él. Eran diez en total:

4165837290

No podía ser un número telefónico, así que si o si debía ser esto. Y si no lo era, entonces no tenía ni la menor idea de que podía ser. Y moriría sola, loca, con problemas, empastillada y estresada por ser intrusa.

¿Cómo habrá conseguido mi madre el teléfono? No lo sé, ni me preocupa. Solo espero que no haya hecho nada ilegal...

Sophie.

Esto que estás haciendo es ilegal.

Tomé el móvil, lo conecté a mi cargador y no tenía carga. Así que debía esperar unos minutos.

—Veamos...

Me puse mis guantes de látex porque no quería dejar mis huellas en caso de cualquier emergencia. Y antes de ponerme frente al móvil, tapé la cámara con cinta de papel. Presioné el botón de inicio y no tenía contraseña, así que esa era una buena señal, aunque pueden haberla quitado los policías.

Entré a la pantalla de inicio y me dirigí a galería.

"No hay fotografías disponibles"

La decepción me invadió. La policía debía de tener las fotos. Es imposible que no tenga ninguna, ni siquiera capturas de pantalla.

Ya no tenía aplicaciones, tipo Instagram o alguna otra red social.

Entonces no me quedaba otra que ingresar a mensaje de texto.

Seguía bloqueado.

Bingo.

Entonces vi cuantos dígitos tenía la clave.

—¿Ocho? ¿Es enserio?

Tenía diez números, y solo cabían ocho. Genial...

Anoté los primeros ocho dígitos y continuaba bloqueado. Comencé a usar diferentes combinaciones mientras anotaba las fallidas.

Ósea todas.

Suspiré rendida, ninguna funcionó. Quería ver si en sus conversaciones podía encontrar algo que me ayudara a hacerle justicia, cualquier cosa serviría.

—¿Escondías algo Ellie? Dame una señal, por favor.

Procuré haber revisado hasta lo último y nada...

Cerré todo el historial, ventanas del móvil. Lo apagué y lo dejé tal cual. Tomé el bolsito donde venía y lo metí.  Salí de mi cuarto para buscar a mi madre y devolverle esto. Bajé las escaleras y se encontraba en el sillón, viendo la fogata.

—¿Relajada? —pregunté mientras caminaba hacia ella.

Sonrió.

—Ven, siéntate conmigo. —respondió.

REPROBADA ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora