Yoongi llega a su nueva escuela en Seúl con muchísimos miedos e incertidumbres: la vida teniendo Síndrome de Asperger en Daegu ya era difícil, pero ahora tendrá que enfrentarse ante una ciudad y un mundo completamente diferentes a lo que él ya conoc...
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En el capítulo anterior (Esto suena a la rosa de Guadalupe):
Es por eso que el moreno asintió sonriente y sin dudas a la propuesta que le fue dada, y en su cabeza se introdujo el mismo presentimiento que el del mayor; algo le decía que serían un gran equipo, sentía que pasar tiempo juntos sería algo tan disfrutable que lo comenzaría a desear con constancia.
Y ese presentimiento no se alejaba demasiado de la futura realidad, porque ese sería simplemente el comienzo para lo que ellos dos vivirían juntos.
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14 de febrero
Jimin tocó con nerviosismo la puerta de la casa Min, ¿Cómo se supone que no iba a estar nervioso? Si se encontraba ahí, parado, escondiendo sus manitos tras su espalda e intentando que no se viera a simple vista la pequeña, pero alegre flor que sostenía para su gatito en aquel día tan icónico, donde todos celebraban el amor.
Una ligera sonrisa se formó en su rostro al recordar cómo es que había llegado a este punto; casi podía escuchar, nuevamente, a su primo preguntándole una semana atrás qué le haría al pálido para ese día tan especial: "tienes que prepararle algo especial, algo que vaya más allá de un ramo de rosas o chocolates y un peluche" le decía el pelirrojo, sin dejarle admitir que ni siquiera tenía planeado pasar ese día junto a Yoongi.
Ambos comenzaron a planear desde ese momento, y Jimin debía admitir que estaba muy contento con la idea que se les ocurrió, pero más allá de ello, no quiso quedarse con las ganas de regalarle una bella flor a su dongsaeng. Él no sabía mucho de plantas, pero decidió regalarle una Lila; para el peliplomizo, esa flor simbolizaba una sonrisa sincera, la suya.
Sus pensamientos se interrumpieron por el rechinido de los goznes de la puerta barnizada, y fue la madre del dueño de sus pensamientos quien lo recibió.
-¡Cariño! ¿Sabes qué? Tenía el presentimiento de que vendrías hoy; pasa, pasa, estoy segura de que serás tú el que le alegre el día a mi cubito de azúcar -Soohyun habló con tal felicidad, que el de regordetas mejillas sintió que tal vez sí que había sido una buena idea la de presentarse en la casa de Yoongi aquel día.
