Yoongi llega a su nueva escuela en Seúl con muchísimos miedos e incertidumbres: la vida teniendo Síndrome de Asperger en Daegu ya era difícil, pero ahora tendrá que enfrentarse ante una ciudad y un mundo completamente diferentes a lo que él ya conoc...
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En el capítulo anterior (esto suena a la rosa de Guadalupe):
Con terror, Jungkook entendió que si su Hyung se alejaba, él terminaría desmoronándose por completo.
"Él está bien, él está bien, él está bien..."
Tae está bien sin él, porque no lo necesita, porque él es el único débil ahí. El peliazul puede irse en cualquier momento sin tener nada que perder, porque él no es nada.
No le sirve en lo absoluto a la persona que ahora lo mantiene vivo.
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Una luz se había prendido sin que él se percatara de ello, estaba tan ensimismado en sus pensamientos que sólo pudo reaccionar a la realidad cuando una voz le provocó un escalofrío.
— ¡Kookie! ¿Qué haces aquí, pequeño? Que suerte que viniste —a pesar de lo cansado que estaba, Tae no fue perezoso para correr con torpeza hacia su menor, lo había extrañado muchísimo aquellos días que habían sido tan densos para él.
— ¿T-tae? Yo... Lo siento, quería venir un rato a despejarme —se paró con nerviosismo, esperando no estar molestando a su Hyung. Pero el peliazul no parecía pensar lo mismo pues, al llegar junto a él, lo abrazó con un cariño tan grande, que Jeon tuvo que usar todas sus fuerzas para evitar romperse en llanto en ese instante.
— ¿Despejarte? ¿Te sientes abrumado? Ven, estoy ansioso por hablar contigo, quiero que me pongas al corriente de todo —el jardinero tomó su mano y se dirigió a la cabaña con una sonrisa en su rostro, la cual desapareció cuando no pudo avanzar más, puesto a que su dongsaeng no le seguía el paso.
— N-no quiero interrumpirte, Hyung, sé que... Estás ocupado —el mayor frunció su seño, negando, pero la mirada triste de Jungkook le demostraba que sabía que era mentira. Suspiró, sin más remedio que admitir lo cierto.
— Está bien, sí, estoy ocupado, pero no importa eso. Yo... Realmente necesito pasar un tiempo contigo, Kookie, quiero quedarme a tu lado aunque sea un momento. A menos que... Tú no quieras, yo lo entiendo, creo que querías pasar este momento a solas.
— ¡No! ¡No! Yo también quiero estar contigo, TaeTae, estoy harto de estar solo —en cuanto lo dijo en voz alta, el pelirrojo se lamentó por hacer tal confesión, sonrojándose por quedar expuesto. La expresión de Kim se suavizó, recuperando su sonrisa, pero ahora con un toque de ternura que antes no tenía.
