━━━━ ❝ Hasta el día
en el que me libere,
estaré atrapado
en la oscuridad ❞
❙ ❙ Bangchan solo quería
reunir a sus miembros
tras la trágica separación de la banda.
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Hyunjin se mantuvo acariciando los cabellos verdes de Jeongin, los cuales se habían pegado a la frente por el sudor. Su corazón comenzó a latir muy fuerte cuando reparó en que el pecho del que estaba tendido en el sofá ya no subía y bajaba con la misma tranquilidad que antes.
—¿Innie? —cuestionó, moviéndolo con cuidado.
Sus músculos dejaron de tensarse cuando el llamado abría los ojos lentamente. Hwang sonrió de lado volviendo a coger su mano.
—Me has asustado —habló esbozando una sonrisa.
—¿Ya vamos a salir? —preguntó en un susurro, con la garganta seca.
Hyunjin negó con la cabeza al tiempo que se mordía el labio.
—Saldremos pronto de aquí, tú debes aguantar.
—Hyunjin —lo llamó de forma tosca—, no me quiero morir.
—No, no. No te vas a morir.
—¿Por qué hacen esto? —quiso saber. Las nuevas lágrimas se habían hecho paso por el camino que habían dejado las lágrimas antiguas, ya secas sobre la sien.
—Ojalá pudiera saberlo, pequeño.
Se mantuvo callado cuando escuchó unos pasos a sus espaldas. Se trataba de Minho y Jisung. Se abstuvo de sonreír al ver cojear al mayor y tomar asiento con dificultad en el suelo.
—Intenta dormir un poco, Hannie —le dijo Minho, empujándolo hacia sus piernas para que pudiera apoyar su cabeza en estas.
Bangchan y Changbin también se unieron a ellos poco después. Los dos únicos sofás estaban ocupados por Felix, quien reposaba su cabeza en el regazo de Seungmin, y el otro por el pequeño artista. Al contrario, el resto estaba sentado o tumbado en el suelo intentando resolver este rompecabezas o intentando evadirse de la realidad durmiendo.
