Capítulo 30

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Hyunjin se dirigió al este de Daegu, disfrutando la vista de la salida del sol, que coronaba los altos robles en el horizonte.

No se molestó en dar una excusa del por qué se retiraba tan pronto. No había excusa. Simplemente quería estar en casa. El hecho que asociaba Daegu con su hogar, ya no le sorprendía. Pero era a Jinsoul a quien quería ver.

Por alguna razón, esta última semana lejos había sido interminable, culminando con una cena en la que no quería estar. Y luego estuvo Ryujin. Una hermosa mujer de corto cabello castaño, divertida, encantadora e inteligente...y Hyunjin no pudo incluso sentir un poquito de atracción ¿Había estado allí alguna vez? Debió haber estado. Se había encontrado a sí misma en la cama de Ryujin con mucha frecuencia. Pero esa era la medida de su relación. Como le había dicho a Jinsoul una vez, no llamaría a eso tener citas ¿Por eso...cuando Ryujin le había acorralado en el baño durante la fiesta...sintió rechazo por su intento de seducción? No quería sus besos. No quería las manos de Ryujin en sus pechos. Un golpe en la puerta del baño les hizo apartarse y salió huyendo de la fiesta, deteniéndose apenas el tiempo suficiente para despedirse de Heejin y Yerim.

¿Desconsiderado? Tal vez.

Pero en ese momento, parecía el mejor curso de acción. Ella, sin embargo, se refrenó de conducir nuevamente a Daegu en ese mismo momento. Consiguió un par de horas de sueño, despertando antes del amanecer. Después de una ducha y café, se sintió de alguna manera fresca para comenzar su viaje de cinco horas. Renovada y, sí, había sido desconsiderada e irreflexiva anoche.

Echó un vistazo a su teléfono, sabiendo que les debía una disculpa a Heejin y a Yerim...y a Ryujin. Sólo que no creía que lo apreciarían a las seis de la mañana.

El tráfico era ligero e hizo buen tiempo, llegando a las afueras de Daegu antes del almuerzo. Condujo directamente a la casa de su madre, feliz de estar de regreso. Encontró a su madre en la mesa del desayuno, armando un rompecabezas.

-¿Nuevo hobby?- preguntó después de inclinarse para darle un rápido abrazo.

-Jayoon lo dejó para mí- dijo su madre -¿Tuviste un buen viaje?- Hyunjin sostuvo la nevera abierta, mirando el interior

-Si. Semana larga- dijo ella

-¿Has comido?-

-Tuve un desayuno tardío ¿Quieres que te prepare algo?-

-Está bien. Tengo algunos burritos congelados aquí en el congelador. Voy a bombardear uno rápidamente- tomó una botella de agua y desenroscó la tapa. Hizo una pausa cuando miró el pastel de cumpleaños ubicado en el mostrador. Era consciente de que su madre la observaba.

-¿Llamaste a Jinsoul ayer?-

-Fue su cumpleaños. Sí-

-Bien. Me alegro que lo recordaras-

-Aunque creo que siempre lo celebrábamos al día siguiente ¿no?- levantó la tapa y deslizó un dedo por el glaseado -Mmm- dijo mientras se lamía el dedo.

-Ella parecía un poco decaída ayer- dijo su madre -Me preocupo por ella-

-¿Sí? Bueno, pensé en pasar por su casa más tarde- dijo tan tranquilamente como pudo -¿Ha comprado muebles?-

-Algunos. Para su dormitorio y el de Jayoon. No hay mucho más, no lo creo- sacudió la cabeza y sonrió -Sólo Dios sabe lo que va a hacer con su cocina. Ella no tiene ni idea- Hyunjin se echó a reír

-Sí, lo sé. Tal vez le dé una mano con eso- desenvolvió un burrito y lo puso en el microondas -¿Ha llamado Seokjin? ¿Sabes a qué hora van a venir mañana?-

At Seventeen | hyunsoul/catfish (LOONA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora