La noche cae lenta, en calma y anunciando diversión en la pequeña ciudad de Ovalle. La bohemia y el descanso del fin de semana se sienten en el aire y poco a poco la oscuridad abraza la pequeña urbe, dando paso al tinte anaranjado del alumbrado público, con su tenue luz característica de los valles de esta región.
- ¿Tres "sixpack" y un vino entonces? -
Preguntó Francisco (el mayor del grupo), contando las monedas y billetes reunidos por todos.
- No, pero ¿y los que no tomamos? -
Camila mira fulminante a Francisco, aunque sabe que le hará caso solo por mencionarlo.
- Ya, devuélve la plata que aportaron la Cami y el Mati y que compren lo suyo aparte. -
Todos asienten a Alejandro, como suele pasar las pocas veces que habla, tomando la iniciativa de forma certera a pesar de su escasa participación al hablar.
Ya cumplida su misión más difícil (comprar alcohol siendo menores de edad), partieron Francisco, Alejandro, Camila, Matias y Milena, caminando a decidir cuál de los rincones abandonados de la ciudad usarían esta vez para pasar la noche entre tragos, risas y cantos a todo pulmón.
Sin siquiera pensarlo ni discutirlo caminaron, como si de magnetismo se tratase, directo a la antigua iglesia del mercado, por la pequeña calle trasera, llegando al fondo de esta (por detrás de dicha iglesia) hasta una reja maltrecha cuyo quinto y sexto barrote faltante daban el espacio preciso para una persona normal, pasar a través de ella.
Las chicas entran impulsivas y animadas antes que los demás, saliendo en trote y risas al pastizal seco que los espera apenas entran al terreno baldío.
Llegan al gran bloque de cemento que bloquea un antiguo pozo y se sientan allí con su pequeño parlante. Milena se baja al son de la canción, agarra un trozo de madera roto de la pequeña casa abandonada adyacente al pozo y rompe los últimos vidrios de una ventana más que destruida.
(suena de fondo: Misfits - Die my darling)
- ¡DIE DIE DIE MY DARLING! -
Grita riendo al ritmo del parlante.
- Hueona calmate hahahahah, hoy no pienso llevarte borracha a mi casa así que contrólate con los tragos si vas a estar así. -
Camila por mucho que advierte no deja de reír con ella.
Los amigos rodean el pozo y comienzan a servirse los tragos mientras los últimos rayos de luz decaen en el horizonte despidiendo al sol. Entre el ruido que ellos mismos generan no se percataron de la bandada de palomas descansando en la casa abandonada y de un segundo a otro, cuando la noche terminó de cubrir sus paredes, decenas de palomas salieron volando de golpe de allí, sorprendiendo al grupo y quedándose todos observando el curioso actuar de las aves por unos segundos.
- ¡Hueón en qué momento aparecieron tantas palomas acá! -
Grita Matias, curioso.
- Deben estar en el entretecho, solo le quedan las vigas. -
Aclara alejandro mientras todos se cubren levemente agachados de la bandada.
Terminaron de salir despavoridas las aves del lugar, y nuevamente reinaba en el ambiente el parlante, los cantos y las risas, pero entre el grupo, Camila y Alejandro no podían dejar pasar las cosas fuera de lugar, empezando por el extraño actuar de la bandada y luego por extraños sonidos provenientes de la casa, camuflados bajo el bullicio del grupo de amigos festejando como si fuera un viernes más. Era un sonido oculto y tenue, pero que al ser percatado no hacía sino perturbar a sus oyentes. Algo seco se quebraba y nauseabundos sonidos acuosos y pegajosos se mezclaban entre sí.
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Recopilación de cuentos: EL TERROR DEL VIEJO MUNDO
Misterio / SuspensoEl mundo está en decadencia ... Y la invasión de fenómenos paranormales no ayudan a frenar su ruina. ¿Quieres saber como es que el mundo terminó acabando? Sumérgete en el terror que vivió la humanidad, antes de llegar el apocalipsis, con esta rec...