𝐁𝐚𝐢𝐥𝐚𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐧𝐮𝐛𝐞𝐬.~Larry Stylinson~

𝑬𝒍 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒊𝒐 𝒂 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒕𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂

E

ran la 1:00 de la tarde, y cómo todos los días, las puertas de la Biblioteca daban la bienvenida al mismo chico de pelo rizado y ojos jade.

La vieja bibliotecaria no necesitaba levantar sus ojos para saber de quién se trataba.

El chico era un pequeño reloj, siempre puntual en su cita con los libros cada Martes. Olivia juraba ser una amante de los libros, pero después de conocer hace 15 años al rizado, ese pensamiento cambió completamente.

-Buenas tardes Olivia, ¿Cómo te fue en la semana?- una voz grave interrumpió sus pensamientos.

-Buenas tardes Harry, fue una buena semana, ¿Cómo fue la tuya?- Él era realmente amable y educado, tardó 5 años para lograr que Harry la llamara por su nombre.

-Fue una agradable semana, cómo siempre, moría de ganas por volver, extrañaba el agradable silencio de este lugar.- respondió.

Si le preguntas a Harry, que preferiría entre una fiesta o pasar toda la tarde de su dia de descanso en una biblioteca, el definitivamente elegiría la biblioteca.

- compermiso Olivia, pasaré.- Olivia asintió y Harry se perdió entre los grandes estantes de ibros.

Leer siempre le gustó. Su adicción por los libros comenzó cuándo, su madre le regaló en su cumpleaños número 6 el libro del patito feo, en ese momento no podia dormir sin antes haber leído su libro.

Poco después más libros comenzaron a llegar, hasta que a los 10 años, descubrió el santuario de los libros, o bien: la biblioteca.

Estaba fascinado, era todo un mundo lleno de libros, no sabía por dónde empezar. Fue ahí cuando conoció a la cariñosa Olivia, la bibliotecaria que le dio un pequeño recorrido por el enorme lugar, fue ella quién le recomendó libros tan hermosos, que en su vida habría podido imaginar que alguien escribiera tan bellas obras.

Entonces, semanas se convirtieron en meses, y esos meses en años. Y sin darse cuenta, se encontraba entrando a la biblioteca cada martes a la 1 de la tarde desde hace 15 años, solo para leer libros que anteriormente pudo haber leído mas de 8 veces , pero él los sigue sintiendo como la primera vez que los tomo.

Tan absorto estaba en su lectura, que no notó al chico que tomaba asiento en la mesa delante de él.

El sonido de una silla siendo arrastrada retumbó por todo el lugar, logrando así quebrantar su amada lectura. fastidiado, levantó la vista.

[-Me gustan tus ojos- un pequeño susurro sonó en la habitación.

-¿Si?, ¿Porque? Son realmente comunes, no tienen nada de especial- dijo una suave voz.

-Son realmente Hermosos, y no, no son comunes. En realidad, nadie lo es.‐ Empezó- Tus ojos son, más hermosos que el cielo y el mar juntos. Son tan expresivos y crípticos a la vez, me gustan, fue lo primero que me cautivó de ti. Tus bellos ojos azules. Un azul único.

-¿Entonces no fue mi trasero lo que llamo tu atención?‐ Ahí esta, su increíble talento de arruinar los momentos románticos.