This must be a dream ♡ || Langa y Reki

Capítulo único

Uno no elige de quién se enamora, podría haber sido cualquiera, piensa, pero en el fondo sabe que no es verdad. Creía sentirse confundido, creía sentir admiración, o quizás una fascinación desbordante, latidos interminablemente rápidos, parece que su corazón se saldrá. Es esta adrenalina, sostiene, nada tiene que ver con esos ojos ámbar que me miran asombrados, nada tiene que ver con su sonido favorito gritando su nombre. No es posible, repite su cabeza, pero por más que lo hace, sabe la verdad. Su corazón late con fuerza porque está enamorado. Y no quiere ser odiado, por eso lo oculta, aunque probablemente Reki no sienta abominación, las cosas se pondrían raras y no podría soportarlo.

Bajó la pendiente en su skate sintiendo el viento acariciarle las mejillas, se siente bien, pensó, y eso derivó a la sensación de tenerlo cerca, porque desde que lo conoció todo parecía terminar en Reki.
Este día lo vería, sólo ese pensamiento y su corazón se estruja, y aún más cuando le ve esperando pacientemente, iluminado por los rayos del sol, a su amado en una banca del parque. Se sintió como caer de una ladera, mierda, ¿así se siente estar enamorado?

Los ojos de Reki parecen buscar en la distancia, para finalmente encontrarlo: "¡Langa!", grita el pelirrojo, aunque aquel ya lo había visualizado instantes atrás.
"Ey, Reki!" exclama Langa y chocan puños como normalmente.
"Te ves extraño últimamente, ¿no te estás sintiendo bien?" pregunta el pelirrojo llevando su mano a la frente del otro.
Langa se deja tocar, de todos modos no había rastro de fiebre, solamente en sus mejillas, de ser posible.
"Qué raro, pareces no tener fiebre, ¡pero aún así estás rojísimo! Vamos", dice Reki sosteniendo la mano del peli azul y arrastrándolo con él a un lugar con sombra.

Sostener la mano de Langa parecía ser una costumbre, aunque Reki cada vez que lo hacía, sentía su corazón estrujarse un poco. Creo que podría deberse a la diminuta culpabilidad que le generaba querer encontrar cualquier excusa para tocar a Langa, simplemente amaba ver el ligero rubor en las mejillas del peli azul, o sus ojos mirando a otra parte, nerviosos. Langa es demasiado tímido, pensaba con frecuencia el pelirrojo.

Cuando se sentaron en una banca con sombra, Reki abanicó un poco a su amigo con sus manos. "No tengo fiebre, Reki", dijo Langa mirando hacia otro lado, definitivamente era muy tímido. "¡Pero puedes tener un golpe de calor! Este día es particularmente muy caluroso" protestó Reki, "No es nada, seguramente se me pasará en unos minutos", respondió Langa, tranquilamente. Reki suspiró dejando caer su mano en la rodilla del otro, "Bien, ¡pero no me digas que no te avisé cuando te sientas aún peor!" Exclamó el pelirrojo con falso enojo para luego largar una risita, "Vamos a la escuela ya, podemos simplemente saltarnos la primer clase y descansar en la azotea así te sientes mejor, te parece?" Langa asintió, mirándolo con una sonrisa.

No podía negar nada de lo que Reki dijera, no si lo dice con esa sonrisa. Podría jurar que se notaba a kilómetros lo mucho que lo quería, pero tuvo que escoger al más idiota para que se diera cuenta. Langa podría estar experimentando un golpe de calor porque se sentía un poco mareado, pero simplemente se dejó arrastrar por su enamorado. Ambos zigzagueando los autos en su skate, finalmente llegaron a la escuela y subiendo hacia la azotea, la brisa les despeinó, definitivamente este era un buen lugar. Reki se sentó y dio palmaditas en sus muslos, dando la indicación de que se recueste como normalmente hacían. Langa obedeció, aún un poco abrumado, pero en el momento en que levantó su mirada, encontró unos ojos repletos de brillo, parecía estar recargándose cada vez que los miraba, el pelirrojo le sonrió mientras acariciaba su cabello. "¿Te sientes un poco mejor?", "Ahora sí", respondió Langa cerrando los ojos. "Si puedo hacer algo más por ti sólo tienes que decirlo" sugirió Reki. "Dame un beso", respondió Langa sin pensar, por lo que automáticamente se maldijo por dentro, pero no había manera de que el pelirrojo lo hiciera, así que quiso disculparse "Perdón, lo dije sin pens-" "Puedo hacerlo", dijo Reki decidido, "es como cuando te sientes mal y tu madre te da un beso, ¿verdad?" Preguntó con ternura. Langa suspiró de alivio, pensando en la suerte de que sus intenciones no fueran expuestas. "Claro" respondió Langa, "pero no es necesario que lo hagas, lo dije sin pensar". Y antes de que pudiera decir algo más, Reki depositó un suave beso en su frente, para luego alejarse con una sonrisa, aún acariciando su cabello. La cabeza de Langa daba vueltas. El peli azul tapó su cara con ambas manos, sintiéndose totalmente avergonzado.