Después de que me curarán la cortada me llevaron , más bien me obligaron a ir a un módulo de no se que cosa , en lo que salen mis padres y mi hermana del hospital; yo quería ir al hospital con ellos pero no me dejaron.
Mientras espero me senté en unas sillas blancas junto a la joven que mandaron a cuidarme en lo que esperamos a que salgan.
-¿Éstas bien? , ¿Necesitas algo?-
Solo pude negar con la cabeza para responder , seguía sin poder creer lo que paso y que mi familia estaba en el hospital.
¿Como nos pudo pasar esto?
Aunque hora solo me preocupa que mi familia este bien.
Después de dos horas llamaron a la joven a mi lado , ella se levanto y fue a hablar con un hombre.
El hombre era de piel oscura, ojos cafés , tenía un traje gris y zapatos de charol negro.
Le habrá dicho algo sorprendente fue lo primero que pensé por que ella abrió los ojos como platos , después ella me miró y supe que no era algo sorprendente si no algo muy malo por la expresión de su cara.
El hombre le dijo una última cosa , espero a que ella asintiera y se fue.
Ella se quedo quieta por unos cuantos segundos y se volvió asia mi con una muy pequeña sonrisa pero se podría ver desde kilómetros su mirada triste.
Se acercó a mi a paso lento.
-Y.... ¿Como estas?-
-Acabo de tener un accidente y la única familia que tengo esta en el hospital , ¿Usted como estaría?- Le contesté pero mi voz fue muy débil que creí que no me había escuchado. -¿Pasa algo malo?-
Ella se sentó nuevamente a mi lado y suspiró.
-T-tengo que darte una mala noticia- Se aclaró la garganta y continuó hablando -Lamento decirte que hace media hora aproximadamente...- Tomó aire.
La cautela con la que pronunciaba cada palabra me alertaba que debía prepararme para lo peor.
-Pamela... debo decirte que...tus padres y tu hermana han muerto-
Con esas ultimas palabras mi corazón se detuvo, la sangre dejo de circular por mis venas, me quede estática en mi lugar sin moverme. No lo puedo creer, me niego a creerlo.
-No...¡No es cierto! ¡No!- Me levante de golpe agarrándome la cabeza.
-¡No, no y no!- Me apretaba la cabeza.
Mis padres, mi hermana. Esto no me puede estar pasando.
Me giré a ella.
-¡¿Porqué no los salvo?!- Estaba gritando pero no me importa.
Ella se levantó para tratar de tomarme por los hombros.
-Trata de tranquilizarte Pam...- Alejé sus manos de mis hombros con brusquedad.
-¡¿Tranquilizarme?! ¡¿Como me puede decir que me tranquilicé después de que me entero que mi familia esta muerta?!- Sentí como las lágrimas se resbalaban por mis mejillas, ni siquiera me percaté de que estaba llorando.
-¡¿Que no es su trabajo que estén bien?!- Todas las miradas de las personas que pasaban por ahí se posaron en mi. Pero decidí ignorarlas.
Estaba comenzando a desesperarme.
No por que a mi. Mi familia era todo lo que tenia.
Me caí de rodillas.
-Yo...- Me cubrí la boca con mi mano para ahogar un sollozo.
-Tranquila!- Sentí como la joven me tomaba de los brazos para levantarme.
-Yo estoy aqui para ayudarte-
Lentamente me comencé a pararme, pero me sentí tan débil, como si todo a mi alrededor se abalanzara sobre mi para ahogarme.
-P-pero que... ¿Que será de mi?- Traté de limpiarme las lágrimas pero era imposible, no puedo dejar de llorar. -Ya no tengo a nadie... Ya no-
-Me temo que ahora debo llevarte a otro sitio- Espero a que asintiera con la cabeza y sin más me saco de ahí.
Salimos de ese lugar y me indicó que subiera en el mismo auto en el que llegamos.
Me abrió la puerta de atrás.
Subí al auto y me recargué en la ventana.
¿Ahora que?
Todos, todo lo que conozco ya no sera igual. Pero podre yo superarlo.
Podre seguir con mi vida.
La joven conducía por la ciudad para llevarme a mi nuevo futuro.
El cielo se volvió gris y a los cuantos segundos comenzó a llover.
¿Por que será que cada que pasa algo malo lloverá? No losé pero de cierto modo me tranquilizó ver las gotas de lluvia resbalar por la ventana, ver como se juntaban y se iván, era como que de alguna manera me decían que debia vivir ahora.
Dejar pasar todo mi tristeza y empezar de nuevo.
Dejar pasar mi hogar y conseguir otro mejor.
Dejar pasar mi vida...
