A pesar de lo rojo que estaba y lo nervioso que se sentía. Tenía demasiadas ganas de ir con este chico y presentarse de manera formal.
Lo miro fijamente por un breve momento más antes de decidirse a ir a saludarlo.»Riku« repitió en su mente el nombre que le había dicho Roxas, sorprendiéndose de lo mucho que le gustaba como sonaba.
Este se encontraba conversando con otro joven de cabellos rojos, que a juzgar por la forma en que se hablaban parecía que eran viejos amigos.
-Ahora regreso-le dijo el castaño a su compañero. Pero este apretó su agarre, indispuesto a dejarlo ir.
-¿A dónde vas?-dijo con un tono triste a la vez que ligeramente irritado.
-Voy a saludarlo-Sora notó el disgusto del rubio en su mirada-prometo que no me tardaré. Volveré enseguida-aseguró.
Roxas suspiro resignado.
-Esta bien. Mientras yo iré con mis padres-busco una excusa para alejarse de ahí. soltándolo una vez más.
-Bien. Ahorita nos vemos-dijo Sora sonriente, para luego caminar en dirección a su objetivo.
Apesar de que intentaba parecer tranquilo, la verdad es que estaba nervioso y no sabía muy bien porque. Nunca antes se había sentido tan nervioso, ansioso y emocionado por conocer a alguien.
-Muy buenas noches-Se presento ante el peliplata y su amigo alto pelirrojo.
Nada más verlo, los chicos dejaron de sonreír y ambos pusieron expresiones serías, inclusive se podía sentir la tensión que se formó de un momento a otro-creo que ya lo saben, pero se los diré de todas formas-sonrió-mi nombre es Sora y a partir de hoy viviré también en esta casa. Espero poder llevarme bien con todos, en especial...con mi herma--¡No te atrevas a decirlo!-interrumpió de pronto el peliplata con enfado-tu y yo no somos hermanos, así que no te dirijas a mi de esa forma-sin darse cuenta había revelado quien era. Confirmando que en efecto se trataba del hijo del señor Lefevre-para empezar, ¿cómo sabes quien soy yo?, Que yo sepa no nos hemos conocido antes-su postura seria y enfadada incomodaba al castaño. Aunque extrañamente también le atraía de alguna forma.
En definitiva Sora tenía que estar loco para pensar aquello.-Tienes razón...no nos conocemos, pero su padre me ha hablado mucho de usted...además, escuché que estaría aquí hoy y quise venir a saludarlo-Sora no tenía idea de porque le hablaba con tanto respeto. No parecía mucho mayor que él, a lo mucho tal vez un año o dos. Tal vez se debía a su nerviosismo.
-Bien, ya me conoces. Ahora vete-le ordenó tajantemente.
-Ah...bueno...-agacho la cabeza y comenzó a juguetear con sus manos.
Al ver qué no se movía ni un centímetro, Riku rodó los ojos y volvió a ordenar aún más molesto:
-¿No me escuchaste?, ¡Dije que te vallas!...¡Ya!.
Sora se estremeció ligeramente al escuchar su orden, no había utilizado su voz de alfa, pero sinceramente no hacía falta. Era obvio que Riku no lo quería ahí, y tampoco es que a Sora le gustara incomodar.
El pelirrojo mucho más tranquilo y relajado, sintió pena por la forma tan grosera en la que su amigo trataba al pobre castaño. Tomó el hombro del peliplata y negó con la cabeza, intentando calmarlo.
-Tranquilizate, ¿no ves que lo estás asustando?-Se dirigió al castaño de manera mucho más amable-él no suele ser así, disculpalo ¿Si?- miro a su amigo de reojo en forma acusadora-¡mi nombre es Axel, gusto en conocerte!-le extendió la mano.
-¡E-el gusto es mío, Axel!-correspondió el gesto ya más animado.
-Este malhumorado de acá es mi queridísimo y multimillonario amigo dueño de la más prestigiosa agencia de modas en el país, el señorito Riku en persona-lo presento con cierto tono de burla.
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Ma dépendance c'est toi [SoRiku] Omegaverse
FanfictionSora, un niño pobre y huérfano, cae en la sucia trampa de un hombre. Quien, después de ofrecerle su ayuda, lo termina encerrando y condenando a una mala vida llena de sufrimiento. Un sitio donde tendrá que trabajar arduamente para pagar su deuda. Co...