Habían pasado dos semanas desde que Jisung había visto a Chenle, pero esta vez esperó afuera del hospital, a varios metros de la entrada.
Jisung levantó la vista de su teléfono y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta, mientras el enérgico paciente del hospital cruzaba el estacionamiento. En poco tiempo, Chenle estaba parado frente a Jisung, ansioso en todos los sentidos por llegar al gimnasio.
"No he puesto un pie afuera en semanas". Él miró a su alrededor. El día era extrañamente frío, con una brisa ocasional de vez en cuando, haciendo que las hojas doradas crujieran en los árboles de arriba. Esos ojos marrones examinaron todo, inflexible con asimilarlo todo.
Chenle metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta, sus hombros encorvados. Una bocanada de humo salió de él mientras exhalaba. Estaba más pálido que antes, y las bolsas debajo de sus ojos estaban más oscuras. Chenle parecía exhausto más exhausto de lo que parecía, pero allí estaba, emocionado de ir al gimnasio.
Jisung ni siquiera había ni dicho su primera palabra antes que Chenle moviera la cabeza a un lado para prestarle toda su atención.
"El gimnasio está por allá a unos diez minutos". Jisung señaló hacia el camino.
"¡Entonces vamos!" Chenle avanzó poderosamente, obligando a Jisung a alcanzarlo con un ritmo acelerado, lo quisiera o no.
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El sonido de sus zapatos chirriando contra el piso del gimnasio era tan estimulante para la memoria que causó que Jisung se tomara un momento y recordara los viejos tiempos, como si hacerlo lo llevara al pasado cuando jugaba volleyball todos los días luego del colegio. Después de un rato, abrió los ojos y suspiró, luego cruzó la cancha hacia la red. Había traído su propia pelota de volleyball, en caso de que no se les diera ninguna.
"¿Cuál era tu posición cuando jugabas?" Chenle preguntó en voz alta, finalmente sacando sus manos de los bolsillos de su chaqueta. Echó la cabeza hacia atrás mientras inspeccionaba el gimnasio.
Jisung botó la pelota del piso dos veces. "Setter. ¿Tú?"
Chenle sonrió. "Yo era el capitán del equipo y el as". Dio un simulacro de balanceo de su brazo, como si se disparara. "¿Crees que puedes arrojarme?"
"Por supuesto."
Jisung y Chenle llevaron una especie de comunicación tácita entre ellos. Tenían una relación extraña, por decir lo menos. Jisung respondía sus preguntas con frialdad, con poca o ninguna emoción, pero Chenle apreciaba esas respuestas y respondía con entusiasmo. No parecía ofenderse fácilmente. Chenle era muy diferente de todos los demás chicos que Jisung había conocido antes que él.
Donde la mayoría de las personas se separaban, Chenle se apoderó y no lo soltó, siendo tan persistente como enérgico. Fue muy inquietante. Jisung se dio la vuelta y frunció el ceño.
No te hubiera dado mi número si no fueras un paciente...
El joven de cabello negro rebotó la pelota nuevamente y camino hacia su posición.
"Todo esto es muy nostálgico". La voz de Chenle estaba llena de emoción. Dio varios pasos hacia atrás para preparar su lanzamiento. Mentalmente, estaba más que listo para atacar, pero no tanto físicamente.
Chenle perdió el set de Jisung doce veces.
"Mierda- mierda". Su frustración fue desenmascarada."¡Tírame de nuevo!" Lanzó la pelota a Jisung.
No hay quien te pare, ¿verdad? Tomando la pelota en sus manos, Jisung apuntó hacia la ubicación aproximada de dónde Chenle la clavaría. Quería que lo disparara al menos una vez para que Chenle no tuviera un ataque de pánico.
Viendo a Chenle correr hacia adelante, Jisung puso la pelota perfectamente. Lo trajo de vuelta a sus días de escuela secundaria. Ahora si solo el enfermo lo golpeara.
El sonido de la palma de la mano de Chenle chocando con la pelota sonó como una explosión. Jisung se estremeció. Había pasado tanto tiempo desde que había escuchado algo tan fuerte. Fue increíble.
"¡Ja! ¿Viste eso?" Chenle estaba lleno de emoción. Estaba extasiado. "¡Lo piqué perfectamente justo ahora! ¡Ese lanzamiento fue perfecto!" Sin dudarlo, corrió por la cancha para recuperar el balón.
Jisung sabía que correr probablemente no era lo mejor que debería haber estar haciendo, pero no dijo nada al respecto. La pelota fue arrojada hacia él, y nuevamente, volvió a lanzar la pelota para Chenle.
Después de tres sets, hubo otro golpe, y otra ovación del ex as. Chenle levantó las cejas.
"Impresionante." Observó la bola rodar más lejos de ellos, y esperaba ver a Chenle siguiéndola, pero en cambio no vio nada. Volvió su atención al único otro en la habitación.
Chenle miró a lo lejos desde más allá de la red, su rostro con una expresión confusa. Después de un momento, en voz baja, habló.
"Ellos... ¿No están realmente allí, verdad?" Las palabras salieron desanimadas de su boca.
Jisung miró en dirección a donde Chenle estaba mirando. Nadie. Eran los únicos dos en el gimnasio. Metió la uña del pulgar en el costado de su dedo índice y volvió su mirada hacia Chenle.
"No están realmente allí". Tuvo que obligarse a decir aquellas cuatro palabras.
Chenle articuló un "Ok", antes de retroceder varios pasos. "¿Podrías arrojarme un poco más?"
"Por supuesto." Jisung asintió una vez, y eso fue todo lo que Chenle necesitaba escuchar antes de salir corriendo a buscar la pelota.
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heyy, cómo estáis? no os olvidéis de comer, beber agua y descansar <3
