One-shots melizabeth

La sorpresa

Un amanecer más en el gran pueblo de liones, el viento fresco que acariciaba la cara de aquellos que se despertaban temprano para empezar sus labores, el sonido de el metal proveniente de los caballeros que empezaban su entrenamiento matutino para proteger a la familia real. Las risas de los niños empezando a salir de sus casa para poder jugar, el olor a ban de las panaderías, el hierro fundido para crear armas y por supuesto unos cabellos plateados escondidos entre los muros esperando no ser encontrado por los amigos de sus padres...espera ¿que?.

El pequeño príncipe de aquel enorme reino se escabullía como si estuviera en una misión encubierta, sus cabellos plateados se movían de un lado a otro por el andar en puntillas que llevaba entre los rincones de el castillo, podía ser descubiertos por sus tías, el abuelo o incluso por los pecados que estaban de visita, le gustaba tenerlos ahí ya que podían jugar mucho y entre otras cosas más traían a Lancelot y a dolores para poder jugar con ellos. Era divertido pelear junto a Lancelot aunque después su madre los curaba a ambos y sus dos madres los regañaban mientras sus padres solo se reían.

Su pequeño ser dio la vuelta por un pilar volteando hacia todos lados antes de seguir adelante en su camino, soltó un suspiro de alivio al saber que su misión había sido exitosa y cuando se disponía  caminar normal, la mano de una persona tocó su hombro causando que saltara por el susto y se diera la vuelta mientras gritaba...de una forma muy poco masculina 

—¡Ahhhhhh!—

—Shhh Tristan no grites mis padres se van a despertar — le susurro Lancelot tapando la boca de el niño de ojos heterocromaticos con rapidez mientras fruncía el ceño, al parecer no era el único que buscaba irse de su habitación sin que los mayores se dieran cuenta, cuando el pequeño niño estuvo finalmente tranquilo y aseguraron que nadie se despertó ni los escucho Lancelot al fin despegó su mano de la boca de el menor — ¿Tienes todo listo?—

—Si pero creí que tus padres y tú nos veríamos en el bosque — 

—No podía dormir, seguro el tío meliodas se pondrá muy feliz— Tristán solo sintió con la cabeza de igual forma contento, eso no le molestaba en lo absoluto al contrario le daba mucha felicidad aunque bueno, no conocía nada que concierne a eso, ya solo faltaban unos años hasta que fuera adulto y decidiera si irse o no así que no quería que sus padres se sintieran solos, su madre, la tía Margareth y Verónica no se fueron de el castillo pues no estaban casadas pero él al ser hombre podría hacerlo si quería—¿Seguro que tienes todo?—

—Si estoy completamente seguro y...—

—¿Chicos?—

—¡Ahhhhhhhhh!— al igual que hace unos momentos ambos niños optaron gritos muy poco masculinos debido a su edad, sus gritos resonaron por el lugar alertando a uno que otro caballero sacro que rondaba por aquel lugar pero antes de que siquiera la persona que no querían despertar los escuchara sus bocas fueron calladas por la jovencita frente a ellos 

—Cállense par de idiotas sino nuestros papas se van a despertar— 

—P-Prima me asustaste — dolores simplemente negó con la cabeza en clara señal de molestia, a pesar de que eran niños ella era la más prudente y madura de ese trío que ahora continuaba junto entre los pasillos ya más iluminados por los tenues rayos de luz que se colaban desde las ventanas. Quizá era por qué era la hija de king y desde que consiguió sus alas de rey se había vuelto u poco más serio y analítico que antes, ya no era tan infantil y chillon como antes amenos que regresara a esa forma de Niño que todos conocían lo más posible es que si lo fuera—Creí que seguirías dormida— 

—No pude dormir, tus padres hacían ruidos muy raros en la noche y casi no descanse — Tristan y lancelot solo se miraron con interrogación en sus ojos ¿ruidos raros? Hasta donde recordaba, en casa, Lancelot jamás había escuchado que sus padres hicieran ruidos raros en las noches, quizá de vez en cuando e la madrugada pero su puerta siempre estaba cerrada y no podía descubrir lo que hacían, se le había extraño, quizá su madre había regañado a su papá otra vez por casi destruir el campo de entrenamiento junto a él tío meliodas o quizá solamente se encontraba regañándolo por haber puesto ebrio a el tío king quien para sorpresa de todos se había portado muy pervertido con Diane cuando consiente no era así.