El té está servido.

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Levi miró tu boca y volvió la vista a tus ojos como pidiendo permiso. "Me tiene semidesnuda pegada a él y aún así necesita comprobar si quiero", pensaste. Le respondiste asintiendo con la cabeza y, rápidamente, buscó tus labios con los suyos.

No sabes cuánto tiempo llevaría queriendo hacerlo, pero los dos os besabais como si fuera la última vez que ibais a respirar el mismo aire.

Levi te cogió por la cintura y te sentó en la mesa. Con vuestras caras pegadas y un gesto rápido te quitó el sujetador y lo lanzó a un lado. Besó tu cuello, agarró uno de tus pechos y empezó a jugar con tu pezón entre sus dedos. Gemiste ante la sobrecarga de sensaciones.

Levi mordió tu hombro al escucharte y agarró tu trasero para pegarte contra él aún más. Pasaste tus piernas por sus caderas y te echaste hacia atrás en la mesa, apoyándote con los codos. Empezaste a rozar tu entrepierna contra la suya mientras te deleitabas con los gestos del hombre que tenías en frente.

Levi: Para -dijo con los ojos cerrados intentando mantener la compostura.

No paraste. "Ahora mando yo".

Levi: Para -dijo en un tono desafiante, esta vez mirándote a los ojos.

Tú: ¿O qué?

Te observó muy serio y se liberó de tu agarre, alejó tus caderas de las suyas, te agarró de la mandíbula para que le miraras.

Levi: ¿Quieres mandar tú? Adelante, manda tú.

Te soltó de golpe haciendo que cayeras de nuevo hacia atrás. Agarró de la tira de tus bragas y, en un movimiento brusco, te las quitó. Quedaste recostada en la mesa, completamente desnuda. Levi se apoyó con los codos, frente a tu entrepierna.

Levi: Adelante, T/n. ¿Qué quieres que haga?

Hizo un recorrido de besos por el interior de uno de tus muslos, mientras acariciaba el exterior de estos con las manos.

Llegó a tu ingle con sus besos y te estremeciste al notar el calor de su aliento al pasar de una ingle a la otra.

Levi: ¿Ahora no me vas a decir qué hacer?

"¿En qué momento se me ha ocurrido retar a este hombre?".
Pasó a darte besos por los labios externos, aplicando cada vez más presión, haciendo que tuvieras ganas de más.

Tú: Dios, Levi...

Levi: ¿Me cedes el control de vuelta, T/n?

Asentiste y pasó su lengua por tu clítoris de forma superficial. "Cabrón, sabes lo que estás haciendo". Se separó unos segundos para disfrutar de la panorámica, le encantó verte desesperada por tenerle.

Finalmente dejó de hacerte sufrir y pasó su lengua por tus labios menores para acabar en tu clítoris. Su lengua iba de un lado a otro y su cabeza se movía para acompañar. Posó sus manos sobre tu trasero para que tuvieras mejor movimiento.

Tú: Joder, Levi...

Se separó unos centímetros para observarte un momento. Al ver tu cara de querer seguir, sonrió por segunda vez desde que habías llegado y volvió a devorarte. Le agarraste del pelo y empezaste a moverte para dejarle mejor acceso. Podías notar cómo empapabas la mesa. Levi te clavó sus uñas al oír tus jadeos, cosa que hizo que lanzaras un gemido más sonoro aún. 

Levantó la cabeza de entre tus piernas.

Levi: Es mi turno.

Te arrastró por la mesa cogiéndote de la cintura y te colocó de rodillas frente a él.

Pasaste tus manos por sus pantalones, recorriendo un camino desde sus rodillas hasta su bragueta. Miraste hacia arriba y Levi colocó su mano sobre tu cabeza, pero dejándote el control.