El Invierno Que Resultó

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Sus padres detuvieron el auto frente al edificio donde vivían sus hijos y encontraron a un grupo de personas intentando entrar al departamento; una de ellas buscaba debajo del tapete de bienvenida, otra hacía poses raras de karate para golpear la puerta, otra estaba intentando abrir la puerta con un clip y otra estaba a nada de llamar a un cerrajero

—¿Llamamos a la policía?— preguntó su mamá preocupada

—No te preocupes, son muy idiotas como para lograr abrir una simple puerta— afirmó innecesariamente Shirou, ya que... Bueno, eso se veía

Sus padres decidieron irse, tenían documentos por reunir, así que los dejaron en el estacionamiento observando a sus amigos, bueno, amigos de Shirou

—Hey...— saludó una voz totalmente familiar, el mejor amigo de Atsuya, Nagumo, quién lo abrazo cariñosamente— Baboso, no contestabas mis llamadas

—Bro...— chilló Atsuya alegremente, mientras Shirou los miraba con fastidio, no era que le cayera mal Nagumo, pero su amistad era demasiado melosa para él

—¡Shirou!— gritó Yuuma desde las escaleras— ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¡¿Cómo vas a estar bien después de todo el trauma por el que pasaste?!

—Déjalo en paz, debe estar cansado, tiene cara de que fue un día duro— comentó Mitsuru observando los moretones en la cara de Shirou, cortesía de su lindo y hermoso hermano, quizá ambos fueran futbolistas, pero Atsuya soportaba mejor los golpes

—¡Shirooou!— gritó Tatsuya abriéndose paso por el grupo de amigos hasta abrazar al peli-plateado — Perdón por tardar tanto, pero este cuarteto de tarados no entiende el significado de URGENTE

—Si le llegó un niño, eso quiere decir que ya pasó mucho tiempo y por lo tanto ya NO es urgente— aclaró Mitsuru recibiendo una mirada de enojo por parte de Tatsuya

—Bueno, bueno ¿Porque no pasamos? Compramos comida y algunas bebidas— calmó Hikaru con una sonrisa

Una vez dentro, comieron y pasaron un buen rato, eso hasta que Yuuma decidió hablar... No es que no fuera una persona amable e inteligente, claro que lo era... Pero...

—Chicos, tenemos que hablar— dijo seriamente

—¿De qué?— cuestionó Mitsuru

—Esa charla— se burló pícaramente Yuuma

—Aaah eeesa charla— contestó el peli-azul captando todo el contexto

—¡Escuchen bien! Es mi deber como líder de este grupo, guiarlos por el buen camino— comenzó Yuuma

—En primera, nadie te nombró líder, segunda, solo fue un susto— trató de aclarar Shirou, pero todos lo ignoraron

—Como les decía... Hoy les tengo tres verdades, la primera es que el sexo es algo completamente natural y placentero, no tiene nada de malo disfrutar junto con otra persona , yo no voy a decir hombres o mujeres, ustedes saben lo que más les gusta. La segunda verdad es que los bebés son hermosos mientras sean ajenos, y la tercera verdad es que deben usar condón sin importar que tan calientes estén, pero vamos a iniciar con algo más sencillo... Cuando mamá abeja y papá abeja se quieren mucho— y Yuuma siguió hablando, mientras el resto de amigos aportaba a lo que decía, a veces con alguna broma, pero  tratando de no incomodar a Shirou, bueno, no tanto.

Atsuya y Nagumo salieron del departamento para platicar mejor, a veces el humor de los zorros era demasiado para ellos

—Entonces ¿Quieres quedarte con Yuki?— preguntó Nagumo buscando simplificar el tema

—No le gusta que le digan Yuki y sí— suspiro Atsuya— pero ahora tengo miedo ¿Y si no soy lo suficiente para cuidar de él?

—Atsuya, eres el mejor maestro que conozco, el mejor amigo que he tenido, estoy seguro de Shirou piensa que eres el mejor hermano que hay y tus padres piensas que eres el mejor hijo que les pudo tocar, así que Atsuya— dijo Nagumo despeinando los cabellos rosas de su amigo— eres mucho más que suficiente, ese niño estará encantado de tenerte como hermano

—Gracias... Aunque dudo que Shirou piense que soy el mejor hermano después de que le dejara la mejilla hinchada, debería pedirle una disculpa...— reflexionó Atsuya serio, después de todo su hermano vivía de su cara bonita, por así decirlo...

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Los amigos de los hermanos Shirou no podían quedarse debido a su trabajo, pero ambas partes se sentían más tranquilas después verse. Sin importar cuanto tiempo pasen separados, ellos siempre buscarían la forma de estar conectados.

—Solo sé tú mismo— se despedía Nagumo— te aseguro que te amará tanto como yo

—Ja ja si sigues con eso un día voy a creerte— sonrió Atsuya acostumbrado a las bromas de su bro

Sus amigos se fueron y quedaron los hermanos en el pequeño departamento. Una sala-cocina, tres habitaciones, un pequeño lavadero, no había mucho. Tenían que hacer algo para cumplir con los requisitos de adopción, así que... Manos a la obra, lo primero que tuvieron que hacer fue buscar una habitación para Yukimura, cualquiera pensaría «Tienen tres habitaciones, usen una para el niño» el problema es que... Tenían una mesa de billar, la habían comprado con mucho esfuerzo, pero necesitaban la habitación, así que la vendieron, usaron el dinero para comprar algunas cosas como muebles, un colchón y cosas así, la ropa de Yukimura la comprarían cuando estuviesen juntos para asegurarse de que fuera de su gusto.

No todo sería una fiesta o salidas, era la vida diaria, era una rutina, ir a la escuela, hacer tareas, enojos, disgustos, cosas pequeñas, nadie sabe que les depara el futuro, pero sin duda sería algo genial.

SnowflakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora