Capítulo 8

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Reconciliación... Cena... Xbox...
Y ¿Jackson comprometido?

Narra Elena:

Cuando llegamos a la casa yo estaba completamente agotada, y también me sentía sucia por la manera en la que Bart me había agarrado y tocado, sacudí mi cabeza inconsciente ya que no quería recordar tan desagradable momento.

Pero lo que mantenía mi mente activa fue el intranquilo camino. Ya que Jackson estuvo todo esté callado y sin mirarme, y al llegar también fue algo así pero llegó al extremo que lo ví apenas llegamos comenzar a subir las escaleras, subí detrás de él para descubrir que sucedía, pero el fue más rápido y se logró encerrar en su habitación.

Me preguntó si estará enojado conmigo, me acerque a la puerta y toqué.

—Elena te voy a pedir que me dejes a solas por favor – pronunció Jackson con una voz fría al otro lado de la puerta.

No quería hablar más de nada por hoy, así que no dije nada y me fui a mi habitación, me desice de mi ropa y me fui a dar un baño relajante de espuma. Así me quitaba todas las ideas, suciedad y estrés que tenía.

Me encontraba ya en la bañera sentada, pensando en todo lo que pasó en el día y todavía no encontraba respuesta a qué le pasaba a Jackson, porque llegó así, y también por qué su humor conmigo cambio tan de repente, trate con esfuerzo de ver si había echo algo mal, algún pequeño error, pero no encontré, cerré mis ojos dejando que el sonido del agua callendo en todo mi cuerpo y la espuma.

Gracias al silencio de la casa, pude escuchar como la puerta de Jackson se habría, no le dí importancia, ya la espuma tapaba todo mi cuerpo y eso me traía calma.

Pero cuando me dí cuenta de que la puerta del baño se había abierto, ya estaba Jackson parado ahí frente a mí viéndome fijamente.

—Que Haces pervertido – le pregunté cortante.

—Vengo a... Pedirte disculpas – No entendía el porque, pero más aun, me sorprendió escuchar a Jackson disculparse —Creo.. que no estuvo bien tratarte de esa manera cuando llegamos y menos cuando te acercaste a ver cómo estaba – asentí lentamente pero aún sin verlo a la cara —en serio mírame, quiero que me perdones, enserio no se por que reaccione de esa manera.

—Yo tampoco lo sé – sonreí aún sin mirarlo.

—Se que estás enojada conmigo aun, pero en verdad lo siento – aún yo seguía sin mirarlo, se me acercó a la bañera, tomo mi barbilla y subió mi mirada —Solo que... Aún no puedo soportar que Bart te allá tocado o siquiera que te allá querido besar, eres mía y de nadie más – maldije un poco internamente, ya que me sonrió de una manera que pensé que me desmayaría —Enserio perdóname princesa – luego de decir eso se acercó a besarme, yo le seguí el beso, se separó —Ahora ya ¿me perdonas? – yo asentí — y... ¿Me puedo meter? – lo mire y reí un poco.

—bueno ya estás aquí, porque no – dije entre risas, y en un abrir y cerrar de ojos, se cambió para luego entrar y acomodarnos dentro juntos, el se colocó debajo mío ensado a lo largo de la bañera y yo encima de él.

Entre risas y chistes, pasamos a besos y caricias. La temperatura comenzó a subir poco a poco. No solo en el ambiente gracias al agua caliente que salía, si no también en nuestros cuerpos, podía sentir como el miembro de Jackson palpitaba contra mi muslo, me volví a acomodar, pero está vez para estar frente a frente contra el, y ahora lo sentía, palpitante y duro rodando contra mi feminidad, nos comenzamos a besar como si fuese el último beso que nos daríamos en nuestra vida, como si el fin del mundo se acercará, sus manos recorrían todo mi cuerpo, me senté arriba de el haciendo que mi feminidad chocara más con su miembro, causando una sensación de satisfacción fulminante, la cual causo que ambos gimieramos por lo bajo, la temperatura ya había llegado a su punto máximo entre nosotros, Jackson comenzó a rosar con más energía su miembro hacía mi feminidad, mientras besaba mi hombro y yo despeinada su cabello, baje mis manos hacia su miembro pasando desde su cuello hasta su abdomen y luego, tome su miembro con mi mano, comencé a masturbarlo, el echo su cabeza hacia atrás mientras gemía internamente, pero el no se quería quedar quieto solo disfrutando, así que bajo su mano y masajeo mi feminidad, para luego introducir sus dedos dentro de mí. Era la primera vez que nos tocamos de tal manera, la excitación y el gusto me invadía completamente por todo mi ser, y me encantaba. Nos besamos nuevamente, mientras ambos seguíamos estimulandonos mutuamente sin parar, cuando yo solté su miembro, el saco sus dedos lentamente de mí.

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