Trece

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Esa tarde al salir de mi castigo, Suga fue por mi a la escuela.
-¿Qué tal tu castigo?
-Igual que ayer, aún no me acostumbro.
-Bueno, al menos ya saliste, ¿Vamos por las cosas que te hacen falta?
-Sí, pero me gustaría ir a casa antes y darme una ducha, me siento muy sudada.
-No iré a tu casa, tu mamá no te dejará salir luego si me ve por allí cerca.
-Tienes razón.
-Si quieres podemos ir a mi casa, te duchas, yo lavo tu ropa y mientras se seca vamos por las cosas.
-Ay si, así me quitó esta peste. - ambos reímos.

Suga condujo tranquilamente hasta su casa, al llegar, nos encontramos con una caja justo enfrente de la puerta.
-¿Qué es esto? - él mismo no sabía que podía ser.
-No tengo idea, esta es tu casa, no la mía. - me encogí de hombros.
-Ábrelo. - me dijo sonriendo nervioso.
-Hazlo tú. - me alejé.
-Bien. - se acercó a la caja y la abrió, de esta salió un perrito peludo y muy contento.
-¡Oh Dios, qué lindo! - el cachorro se acercó a mí.
-¿Quién lo habrá dejado aquí? - Suga miraba a todos lados.
-No lo sé, pero me encanta. - el perro lamía mi rostro mientras movía su cola.
-Pues es tuyo, yo te lo regalo.
-¿Cómo lo llamaremos?
-Lex, digo, si es macho. - miró al perro y asintió - Si, se llamará Lex.
-Bien, Min Lex, eres mi nuevo regalo.
-¿Cómo que Min Lex? Mi apellido no.
-Es una broma, aunque Min Lex es bonito.
-Mira _____, entra ya, se nos hará tarde para ir por tus cosas. - asentí y entré a la casa con Lex en mis brazos - El perro no, déjalo afuera.
-¿Por qué? Él no va a hacer nada malo, ¿Verdad Lex? - el perro me volvió a lamer.
-No, déjalo en el garage o va para afuera.
-Está bien.

Luego de dejar a Lex en una alfombra recostado, regresé con Suga a la casa, este me pasó una toalla y luego me guió hasta el baño.
-La ropa está ahí, también el jabón, te presté el mío porque no tengo más, recuérdame comprar cuando salgamos.
-Está bien. - entré al baño y me encerré - Si mi mamá llega a saber que estoy aquí, de seguro me mata.
-¿Qué dices? - escuché a Suga desde atrás de la puerta.
-Nada, solo cantaba. - me comencé a quitar la ropa, luego entré a la ducha, en donde estuve unos pocos minutos, al salir y llegar hasta la sala, Suga sonrió al verme, según él, la ropa me quedaba mucho mejor a mí.
-Creo que es porque yo tengo más glúteos que tú.
-Y vaya que son muy llamativos, y más en ese pantalón de algodón que te queda hermoso.
-Oye... ¿Me prestas un abrigo? Tengo mucho frío.
-Sí. - Suga me trajo el abrigo que me había regalado.
-¡Gracias!
-Espero que esta vez te quedes con el. - bajó la cabeza.
-Claro que sí, me lo llevaré con mucho gusto.
-______, antes de irnos, ¿Puedo darte un beso? - lo miré a los ojos y asentí. 

Suga besó mis labios con suavidad, su mano izquierda tomó mi mejilla y la derecha mi cintura, pegando mi cuerpo hacia el suyo.
-Suga, me gustas demasiado. - dije sobre sus labios, este no dijo nada y ahora colocaba sus manos en mis glúteos.
-¿Quieres ser mía? - besaba mi cuello.
-Sí, sí quiero. - Suga me levantó en sus brazos y me llevó hasta su habitación, allí cuando nos encerramos, este me recostó sobre su cama y se posó sobre mí.
-Mejor no hagamos esto. - se alejó de mí por completo.
-¿Qué pasa? - me senté muy cerca de él.
-No te voy a hacer daño. - se levantó de la cama y se encerró en el baño.
-Oye, no me harás daño, yo quiero estar contigo. - salió nuevamente.
-Dejemos eso para cuando tengamos una relación.
-Esto puede llevarnos a una relación. - le dije coqueta, lo deseaba realmente.
-Esperemos un poco. - me regaló una sonrisa.
-Está bien. - le sonreí.

Llegué a casa cerca de las ocho de la noche, ir de compras con Suga me tomó más tiempo de lo que esperaba, ya que compró un sin fin de cosas para la casa, se notaba que llevaba mucho tiempo sin ir de compras.
-¿Compraste todo lo que te hacía falta? - mi madre estaba en el sofá leyendo una revista de maternidad.
-Sí, excepto el uniforme de educación física, mañana lo iré a buscar porque no había de mi tamaño.
-Oh. ¿Y con quién fuiste de compras? - se sentó a verme más cómoda.
-Con Yoon Gi.
-Está bien, ¿Vas a cenar?
-No voy a cenar, no tengo hambre.
-Oye, cuidado con lo que haces. - dijo en un tono intimidante.
-Mamá, no comiences, solo comí en la calle. - me fui a mi habitación, en donde me encerré para comenzar a guardar las cosas que compré en mi mochila.

Al día siguiente, Suga pasó por mí a la casa, luego fuimos a desayunar a la cafetería de la escuela, allí Emy y Jimin se unieron.
-Chicos, Jimin y yo por fin somos novios.
-¿No lo eran? - juraba que sí, incluso creo que Emy me lo había confirmado.
-Sí lo éramos, pero ayer lo formalizamos. - Emy me mostró una cadenita muy linda con sus iniciales.
-¡Felicidades! - dijo Suga muy serio como siempre.
-Oigan, ¿Y ustedes para cuándo?
-Aún no, quiero que ______ y yo nos conozcamos lo suficiente para dar ese gran paso.

Seguimos hablando de cosas tontas hasta que la hora de entrada llegó, enseguida todos nos dirigimos a nuestra aula, en donde nos esperaba la profesora Jeong lista para comenzar la clase.
Esta vez, la profesora tuvo una idea algo extraña, dividirnos en varios grupos y enviarnos a limpiar diferentes partes de la escuela, según fuéramos terminando, ella nos daba cierta cantidad de puntos.
-¿Quiénes estarán en los grupos? - preguntamos.
-Serán parejas, así que comienzo. - odiaba cuando eran los profesores los que tomaban la decisión de qué compañero asignarnos - Jimin y _____, serán un grupo e irán a limpiar en la cancha, Emy y Suga se irán a la biblioteca.
-¿_____ y yo podríamos cambiar?
-No Emy, conozco sus romances, así que deben estar separados para que puedan trabajar como se debe.
-Ah...

Aún sin querer, Jimin y yo nos fuimos a la cancha, la cual estaba vacía a esa hora.
Jimin dejó las luces apagadas, solo abrió las puertas traseras y luego se acercó para ayudarme con las escobas.
-Esto está limpio, ¿Qué vamos a hacer? - me senté en las gradas mirando a todos lados.
-Bueno, podemos entretenernos un rato.
-¿Qué? - no podía creer lo que Jimin decía - ¿Por qué dices eso?
-No perdamos tiempo, vamos a hacer cosas ricas mientras la profesora revisa a los demás. - Jimin se me acercó y comenzó a tocar mis piernas de una manera extraña.
-Oye, ¿Qué te pasa? - lo alejé.
-Nada, es solo que quiero probarte a ti también. - Jimin me tomó a la fuerza y me besó, sin pensarlo lo mordí y luego traté de irme corriendo, pero me fue imposible, este se lanzó prácticamente sobre mí.
-¡Suéltame! - nos habíamos caído al suelo y Jimin estaba sobre mí, el miedo y la preocupación eran muy grandes en ese momento que sentía que me iba a desmayar.
-No sufras tanto, te va a gustar. - sentí las manos de Jimin entrar por mi ropa interior, sus dedos comenzaban a masajear mi centro mientras su cuerpo impedía que yo me pudiera mover.
-Déjame ya, Jimin por favor.
-No _____, serás mía.

...

Me Cambiaste La Vida (Yoon Gi - BTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora