Un amor de verano como los de Wattpad

I: El principio y la primera cita

Todo comenzó en mis vacaciones, quien hubiera dicho que conocería a alguien que cambiara realmente mi vida a tal punto de esa persona se vuelva muy importante.
Empezó con apenas unos saludos, muy tímidos de mi parte, nunca fui buena para socializar con las personas. Realmente era alguien más al cual saludaba por educación al pasar por su lado.
Eso se terminó convirtiendo en miradas que nos llevaron a prestarle atención a la otra persona, generandome curiosidad.
Al cabo que pasaban los días empezo y hubo coqueteó por su parte, más unas simple palabras con las cuales mostró interés en mí y yo por vivir en mi mundo nunca las escuché y mucho menos me di cuenta.
Aunque en ese momento yo no sentía el más mínimo interés por él, me encantaba llamarle la atención, con solo una mirada me hacia sentir especial.
Esto fue avanzando al pasar los días, los saludos se convirtieron en mini conversaciones, con sonrisas y mucha vergüenza de mi parte.
Él realmente era, fue y es el primero que me hizo sentir de esta manera, tan nerviosa y feliz, generando muchas emociones distintas con simples cosas.

Esos 33 días revolucionaron nuestras vidas, generaron emociones y sentimientos nuevos por mi parte.
La relación avanzó cuando me preguntó si quería ir a cenar con él, el nerviosismo que generó esa pregunta realmente se notó al pasar los días y aproximarse esa cena. Encantada acepté su invitación como dije antes, le pase mi Instagram por que ninguno tenía el celular en ese momento para pasarnos nuestros números.
El seguimiento instantáneo y la conversación empezó a surgir, obteniendo así su número de teléfono. Eso genero hablar con él todos los días, haciéndose costumbre y arreglando una fecha en la cual ir a cenar.
Los días pasaban y mi nerviosismo aumentaba. Aunque al llegar el día me cancelo la cena por cansancio que él tenía de haber estado trabajando todo el día (lo cual me pareció una escusa). En ese momento me molesté, me sentí mal y herida. Pensé que todo había sido un juego y realmente quiso dejarme plantada, aún así me arreglé como lo hubiera hecho para ir a cenar con él y me fui a caminar, por que sabía que él me vería pasar así arreglada, como no lo había visto al irme, me saque una foto en la playa y la subí para que la viera.
Al verla me escribió diciéndome que estaba bonita y que realmente quería ir a cenar conmigo, preguntándome si el viernes estaba libre para poder ir a cenar.
Y como pueden imaginar le dije que si que no había ningún problema y que entonces cenariamos el Viernes. Las conversaciones a la tarde y a la noche era frecuentes, al igual que sus Buenos días.
Así fueron avanzando los días, hasta que llegó el esperado viernes, obteniendo como respuesta estar nerviosa todo el día. No tenía idea de como vestirme y el nervisismo a entrar en pánico y no saber de que temas hablar con él me carcomian.
Aunque realmente ya veníamos hablando hace días y nos preguntábamos y contábamos sobre nuestra vidas, los nervios de que sea en persona y no a través de una pantalla estaban. Hice videochat con mis amigas y elegimos la ropa juntas y hablando por un rato mientras que las horas pasaban y yo me maquillaba ligeramente.
Al llegar la hora aproximada a que el salga de su trabajo y venga por mi los nervios eran cada vez peores, realmente admiré como me hizo entrar en confianza rápidamente, y más al yo ser una persona tímida y reservada. Ni siquiera sabía porque había aceptado la invitación, algo me había dicho que lo haga, realmente todo fluyó por nuestras maneras de ser y como nos fuimos complementando y agarrando cada vez más confianza el uno con el otro. Aunque también una parte de mi en ningún momento se quiso hacerse ilusiones, me repetí los 33 días juntos que era pura atracción hacia el como persona pero que no estaba enamorada, y que solo era una especie de amigo.
Seguro que se imaginan que paso después? Pero no estamos con esa parte todavía nos falta un montón.

Cuando el vino a buscarme no sabía cómo saludarlo, y menos de que hablar. Aunque eso no fue ningún problema porque él es más extrovertido y le encanta hablar con la gente, así que siempre hubo un tema de conversación presente esa noche, fuimos al restaurante y cenamos pizza con cerveza, lo acompañamos después con un helado y caminamos un rato hasta que fuimos a unas máquinas donde el me sacó un peluche. La noche se pasó más que rápido y fue muy bonita, el empezar a dialogar en persona y las pequeñas acciones como un abrazo o acomodarme el pelo, también influyeron. Dormí maravillada y feliz de que había sido una gran noche, nos lo habíamos pasado bien, obviamente con algunos silencios incómodos como lo es cuando apenas conoces a la persona y con el nerviosismo de mi parte.
Y tres días después estábamos volviendo a cenar juntos.