VII: Relacion a distancia

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Y el día que no queríamos que llegue, lo hizo. Aún recuerdo que la noche anterior salimos a cenar y me regalo una cadena con una piedra azul.
Fue mágico y lo es.
Sus manos entrelazadas entre las mías, caminando mientras que buscamos un lugar para comer.
Las risas y conversaciones.
Sus miradas.
Nosotros dos en todo el mundo. Eso es lo que sentía, que estábamos solo nosotros dos, comiendo, riendo y disfrutando estar juntos.
Ese día me pregunto: Si viniera tu artista favorito en este momento y entraría por esa puerta, te irías con el o te quedarías conmigo?
En ese momento y si no mal recuerdo le dije que no sabia, pero que seguramente me quedaría con él.
Hoy en día tengo más que clara la respuesta, me quedaría con él sin dudarlo ni un segundo. Siempre él. No hay nadie más.
Tenía una cosa en mente ese día, y era que esa noche sea eterna.
Volver hacia el depto caminando y quedándonos en la puerta hablando y besándonos era lo que sentía que hacía la noche eterna.
Al final se quedó a dormir conmigo en el depto. Recuerdo que lo tomé de la mano y simplemente me relaje, sabía que el día siguiente iba a ser duro.
No entendía como los días habían pasado tan rápido y como él se había vuelto la persona más importante en mi vida. Quería retroceder el tiempo y disfrutarlo desde el principio. Simplemente me dormí, escuchando su respiración y queriendo que la noche pase lo más lenta posible.
Y el día siguiente llego, junto con la alarma para despedirnos.
Aunque no era la despedida definitiva, sabía que quería quedarme con él y no tener que volver a casa.
Lo acompañe hasta la puerta y prometimos vernos más tarde.
Y el momento llego, baje a abrazarlo, con un nudo en la garganta y con las ganas tremendas de que sea infinito.
Me prometió viajar a verme, estuvimos abrazados todo lo que pudimos hasta que el tuvo que irse y yo también.
Aun recuerdo como al llegar a casa caí en cuenta que al día siguiente no iba a verlo, y el nudo en la garganta pasó por mis ojos hasta convertirse en lágrimas. Y lloré, lloré un montón. Hasta que el me escribió, y pude calmarme. Algo había descubierto en ese momento y era que todas las veces que había negado estar enamorada de él.
En el fondo sabía que lo amaba, que estaba profundamente enamorada y que todo lo que él me había confesado sentir hacia mí, era mutuo.


Hablamos todos los días, sus mensajes de Buenos Días y Buenas Noches es algo que no falta nunca, estamos juntos a pesar de la distancia por que no existe ningún obstáculo que pueda separarnos. No voy a mentir, hay días malos pero la mayoría son buenos. El está para mi siempre, hablamos casi todo el tiempo. Incluso quedamos en hacer videollamada. Se que el contacto físico es algo que para muchos es lo más importante, pero no lo es. El saber que estamos juntos y sentir lo que siento. Es mucho más importante que verlo al lado mio en estos momentos. Algo que aprendí es a cuidar mis pensamientos, muchas veces somos nosotros mismos los que enredamos las cosas y nos hacemos pasar un mal momento. Si realmente nos fijamos, se ve que lo que a uno le hace sentir mal o ponerse triste son nuestros pensamientos.
Algo que también descubrí es que el tiempo no existe. Puede haber millones de pruebas físicas que quieran demostrarlo pero al ocurri las cosas o incluso verse con una persona la cual no te vistes en meses y sentir que fue ayer la última vez que lo vistes.
Te demuestra que no es más que una ilusión.
No quiero pasar a temas que no tienen que ver con nuestra historia de amor, pero quiero que sepan que los "cuentos de hadas" si existen, al igual que los finales felices. Sólo encuentren su verdadero yo y lo probaran ustedes mismos.
Esta historia continúa y continuará siempre...

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⏰ Última actualización: Oct 01, 2022 ⏰

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