𝘾𝙖𝙣𝙣𝙞𝙗𝙖𝙡. . . [Mexusa]

002

Estoy cansado, no puedo parar de jadear; y para ser honesto ni siquiera se como sentirme al respecto escondiendo esto.

Se que mi padre ya me descubrió, pero aún así por costumbre tiendo a hacerlo; aunque pensándolo bien, no se porque lo hago realmente, si al final de seguro me mandaran a un manicomio pronto.

     ——Tengo miedo..

Suspiro algo temeroso, me encontraba en mi habitación abrazado mis piernas mientras comía la carne cocinada que tanto escondía. Se que no debería estar haciendo esto, pero no puedo evitarlo sabe realmente bien!.

Y lo peor de todo es que me siento tan culpable por comerme a una persona a pesar de que yo no la e asesinado, siempre se me viene a la persona en mente juzgando me de lo que hago, como si me mirará todo el rato con repulsión aunque no hay nadie en mi habitación más que yo.

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Eran aproximadamente las 6:00 am, mi cita con el doctor era las 8; Pero supuestamente mi padre decía que teníamos que irnos temprano por algo que me revisarían.

Me hubiera gustado que mi propio padre me hubiera dicho la verdad, prefería verlo molesto y juzgando me, en vez de actuar amable con su cara de hipócrita diciéndome que todo estaría bien y que no me harian sentir mal.

En cuanto llegamos a ese hospital y entramos, una enfermera se acercó a mi alejando me de mi padre, mientras él se despedía con la mano mientras me sonreía. Fui llevado a un vestidor donde la enfermera me había dicho que me cambiará.

Me dio una bata de puntos azules, desde ahí la cosa no me estaba agrandando mucho, pero quise pensar bien y que nada malo iba a ocurrir, que simplemente era mi paranoia;
Después de cambiarme la chica me guió hasta donde había una habitación completamente blanca.

Yo de inmediato me alarme y di media vuelta para salir corriendo de ahí, pero tan solo voltear me encontré con un enfermero más alto que yo y sonriendo.

No te voy a negar que eso me molesto un poco.
Iba a decir algo pero el me tomó del brazo y me aventó a la habitación cerrando la puerta rápido antes de que yo pudiera voltear e huir.

Solo me quedaba mirando a la puerta asustado, no sabía que harían conmigo. Se que exagero, pero no es bonito estar en una habitación completamente vacía de color blanco con una bata y sin nada con que distraerme, ni siquiera música.

Automáticamente pensé "me volveré loco en este lugar".

¿Qué se supone que haga aquí?, su estúpido tratamiento para eliminar mi gusto extraño es encerrarme aquí hasta que muera?, ¿es enserio?, esto estúpido.

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Después de un rato de hacer tonterías, acostado en el suelo y jugar de vez en cuando con mis piernas y manos, escuche como habrían la puerta, al instante voltee; encontrándome con un enfermero diferente a los quienes me trajeron aquí.

Estaba sonriendo..., a este paso voy a detestar sus malditas sonrisas.

     ——¡Joven América!, es un placer verlo!, como se encuentra?.