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   ——t-tengo que ocultarme, m-mierda!.

Los jadeos y los sonidos de sus zapatos al pisar los charcos de agua de la calle, hacían al estadounidense ponerse nervioso.

   ——America! come on!, no falta mucho para llegar!, solo no pierdas la calma!.

Habló el canadiense quien sostenía la muñeca de su hermano mientras corrian.
Ya había ocurrido año y medio desde que el Yankee descubrió su gusto por la carne humana o, como entre ellos le solían llamar desde el "accidente".

    ——fuck off!, how do you want me to stay calm!!.

   ——I DON'T KNOW IDIOT!, JUST DO IT!.

Una mirada junto con el ceño fruncido es lo que pudo dar el americano al más alto, al menos eso desvío su miedo un poco.

Era obvio que el remordimiento los mataría después, pero por ahora solo tenían que correr; USA no sabía como sentirse al respecto sobre a ver robado partes de carne humana de una funeraria. Se decepcionaba de el mismo, por más que intentó aguantar la tentación y el hambre, terminaban ganándole y tenía que hacer este tipo de fechorías para mantener calmado ese gusto.

Según su hermano no era del todo malo, total se trataba de alguien ya sin vida era eso o que el se convirtiera en un asesino y Canadá no quería ver a su hermano convertido en eso para sufrir más, ya suficiente tenía con los regaños e incluso a veces torturas que lo sometían sus padres para quitarle ese gusto tan odiado por muchos.

   ——uhg...., al fin, bien ame dame eso yo lo cocina por ti hermanito.

Sonrió el de pelo castaño y ojos verdes, con ese famoso color rojo y su escudo tan curioso, adorable de hojita.

[Mierda jajaja, ignoren lo enfermo que se leyó eso jajaja xD, me siento sucia(? ]

Pero, al intentar agarrar la Bolsa donde se encontraba esa dichosa carne, america la alejo de las manos del más alto confundiendo lo al instante.

   ——america?..., are you okey bro?.

Solo se escucho como el Yankee tragaba saliva y como su cuerpo temblaba.

   ——América?...

El de menor estatura se aferró a la bolsa mientras por sus mejillas caían esas lagrimas saladas que sacaban su tortura interna.
Se sentía tan culpable, un monstruo como lo llamó su madre.

   ——I'm sorry Canada..., I really sorry  sweety.

Un simple suspiro salió por parte del más alto, quien tomó la bolsa y la hizo a un lado para poder abrazar a su hermano de mejor manera; el americano solo se aferró a el sonando un llanto fuerte.

Para ojos de el, todo era su culpa, de aver aguantado ese día tal vez no pasarían por todo esto; de aver aguantado no tendría que averse escapado de su casa junto a su hermano y arrastrar lo a esta miseria.

Tal vez así sus padres no le tendrían miedo, y apesar de lo que hicieron nunca fue con intenciones de malicia, solo quería ver a su pequeño de 50 estrellas brillar en lo más alto y que su gusto no afectará su futuro quitandose lo de alguna forma.

𝘾𝙖𝙣𝙣𝙞𝙗𝙖𝙡. . . [Mexusa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora