014

660 124 7
                                    

No se si soy o seré el único quien siente las miradas en su espalda, me ponen tan nervioso y ansioso.

Cuando cumpli 17 años, mi padre solía decirme que me preparara pues la vida adulta estaba a la vuelta de la esquina y el tiempo no me esperaría jamás, que yo me quedaría sufriendo mientras creía que me esperaba.

Sentía tanto miedo y presión por su parte, al igual que muchos de mis amigos.

Que tenía que aprovechar, casi comerme al mundo si pudiera, pero no conforme me decían eso más ansioso me sentía, incluso sentía que me ahogaba de a poco conforme el tiempo pasaba, solo quería gritar y llorar.

Tenía tanto miedo de ser un inútil, de no ser lo que esperan que sea o no poder demostrar lo que era capaz.

Yo siempre fui el mayor, era lógico que tuviera muchas responsabilidades; como cuidar a mi hermano, madurar y hacer lo que se me indicaba hacer sin ninguna objeción.

Nunca pude deshagorme con nadie y no tenía por que, tenía que ser fuerte tenía que cumplir con mi deber y pobre de mi si mostraba tan solo un poco de debilidad.
Aunque ciertamente no era el único con esas inseguridades, Perú también tenía sus luchas internas.

[🌱]

   —— ¿Que haces?...

   Perú soltó un pequeño chillido y me miro, tenía los ojos llorosos, no entendía el porque si ese día la habíamos pasado bien como familia.

El se volteo y limpio sus lágrimas rápido para luego intentar sonreirme, enserio detesto que el me fuerce una sonrisa.

   —— Nada..., so-solo miro las estrellas.

   —— por la ventana?, es lindo pero es mejor a fuera ¿no crees?.

Le sonreí mientras el me miraba confundido, solo solte una risa y mira de un lado para otro mientras agarraba unos suéteres.

Sonreí aún más al saber que papá ya estaba dormido, asique agarre el suéter de Perú e hice que se lo pusiera; se le veía aún más confundido que antes.

   —— Tranquilo, solo iremos al techo ¿de acuerdo?

    —— Pero, que hay de papá! ¿No se molestara?.

   —— El esta dormido, pero tranquilo para eso me tienes a mi, yo me encargaré de todo.


Nunca podré describir como la sonrisa de Perú me traía paz, me encantaba ver su sonrisa era simplemente adorable y me daban razones para ser fuerte, para no seder a la desesperación, y el dolor emocional que a veces experimentaba a diario.

Tome su muñeca y abri el ventanal corridiso, saliendo con el al patio y mientras caminaba buscaba mis escaleras improvisadas hacia el techo.

Las hice antes de que Perú naciera, cuando me sentía vacío me subía al techo con esas escaleras y miraba el cielo sin que mis padres se estarán de ello, ahora, yo también quiero compartiselas a Perú, para que cuando yo no podia estar para el, tuviera una ruta de escape.

𝘾𝙖𝙣𝙣𝙞𝙗𝙖𝙡. . . [Mexusa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora