No a cualquiera se le da una segunda oportunidad.

Act único.

¡Feliz cumpleaños corazón! morningstarwrites

No es gran cosa pero espero te guste💕

[...]

Su padre no era el mejor ejemplo a seguir. Lo sabía bastante bien, estaba consciente de que muchos de los consejos que le dió a lo largo de su infancia y adolescencia, bien podría lanzarlos en una papelera y simular que nunca los escuchó en primer lugar. Pero entre tanta basura, había algo salvable, mínimo y tal vez su padre se lo dijo con intenciones más negativas que positivas, pero no quitaba que, para estas alturas de su vida, fuese útil y hasta sabio.

La vida no da segundas oportunidades a cualquiera.

Es trágicamente cierto, Patrick Jane sabe que fue uno de los pocos suertudos que obtuvo una segunda oportunidad. Le gusta bromear, de manera un poco oscura, que tuvo su renacer cuando los ojos de Red John perdieron el brillo y este dió su último aliento. Patrick no cree en dios ni en las fuerzas espirituales, pero, si se toma la molestia de imaginar, quiere creer que el karma le dio una recompensa por llevarse entre sus manos la vida de un asesino. 

Algo más que quiere creer Patrick Jane, es que su segunda oportunidad se presentó desde el momento en que conoció a cierta detective de oscura cabellera y de baja estatura, pero con una personalidad tan fuerte, que haría temblar hasta el hombre más fortachón y rudo. Teresa Lisbon, su compañera de trabajo, su mejor amiga, su amante, su esposa.

Su Alpha.

Una sonrisa ligera se tuerce en sus labios, pasa discretamente los dedos por su nuca y bordea con las yemas los espacios y huecos que dejó esa  mordida, la marca que simboliza su unión. Lisbon pudo haberlo marcado desde hace mucho, pero ella, tan chapada a la antigua como es, lo marcó en la noche de bodas. Alguien de su edad no debería sonrojarse tanto por recordar algo así, pero Jane no actuaba conforme a su edad en varias ocasiones. 

Vaya que fue una sorpresa para algunos del trabajo saber que él era un Omega. No es que él lo ocultara particularmente, solo que nadie se molestó en preguntarle. Y agradecia que aún después de enterarse, la gente no empezó a tratarlo diferente. Al final, seguía el mismo tipo que sacaba de quicio a todos por sus preguntas indiscretas y actitud maliciosa.

Pero en fin, retomando el tema de las segundas oportunidades y de los nuevos comienzos, en su futuro se presentaba algo nuevo y emocionante, pero de cierta manera aterrador. Cuando creía que la vida se había cansado de darle sorpresas, está vuelve para darle una última bofetada.

—Maldita sea.

Escucha a su adorable esposa maldecir entre dientes. Posterior a eso, el azote de la puerta que lo hizo medio brincar en el sillón donde se encontraba sentado y leyendo un libro. Oh, aquel no fue un buen día para su mujer. Cerró su libro, lo dejó sobre una mesita y observó en silencio como Teresa se movía por su hogar, sin saludarlo todavía, quitándose el saco y abriendo los primeros botones de su camisa.

Siente un ligero temblor en su cuerpo, el suave aroma de su Alpha colma su nariz. Lisbon olía a café recién hecho, ciertamente un aroma reconfortante para él. La observa meterse en la cocina, sacar una cerveza de la nevera y destaparla, para luego darle un largo sorbo.

—...Buenas noches para ti también, mi amor—. Comenta finalmente Patrick, mientras se levanta del sillón.

—Ah, si, buenas noches—respondió separando el pico de la botella de sus labios—, perdona cariño. Hoy no fue un buen día.

—Oh, creo que pude notarlo—deja escapar una risa floja de sus labios. Acorta un poco más las distancia y coloca sus brazos en torno al pequeño cuerpo de Teresa, en un abrazo suave y cálido. Ella cierra los ojos, apoyando la parte de atrás de su cabeza en su pecho, aspira de forma sutil y sonríe, su Omega olía a hojas de té verde.