Nunca Más

La plaza estaba llena.
Banderas, gritos, cantos.
Pero lo que más resaltaba, eran esos pañuelos.
Esos pañuelos inmaculados que representaban una lucha.
Pero no cualquiera.
Era una lucha por la justicia, sí, pero no solo por eso.
Servía para dejar en claro que eso no volvería a pasar.

Para hacerles ver a todos que esas personas seguían vivas a pesar de no estar físicamente.
Para ayudar y dar apoyo a quienes sufrieron el desconsuelo de perder a sus seres queridos de manera injusta.
Para buscar y encontrar a aquellos que en su más plena inocencia fueron ultrajados.

Y él estaba ahí.
No solo por mero protocolo.
Porque él también había sufrido en esa época.
Y estaba allí para poder estar con su gente y hacerles ver a los difuntos que él tampoco les había olvidado.
Su cabeza dolía, su garganta y sus ojos también.
Pero lo soportaba.
Una vez le preguntó a Estela... ¿Qué pensaban
las abuelas de él en esa época?

Le sorprendió la respuesta:

-No negaré que al principio estuvimos muy mal por esos años y lo del 2 de abril... Pero luego comprendimos que vos también eras una víctima- dijo Estela mientras sonreía con tristeza y tomaba de su mate- Ellos te usaban como un simple títere, no te dieron derecho a hablar, elegir o hacer... Te habían quitado tus derechos... Para nosotras también fuiste un nieto al cual recuperar...

Decir que luego de eso no lloró, sería mentira.
Al principio pensó que solo era cosa de las Abuelas.
Pero luego entendió que su gente pensaba igual.
Aunque algunos no lo demostraban.
Nadie le echó la culpa de lo que pasó.
Después de todo, él también fue una "víctima".
No, mejor dicho, ellos fueron víctimas.

Prisioneros de Uruguay, Brasil, Bolivia, Paraguay y Chile también habrían estado en sus centros clandestinos.
Sus primos y vecinos también habían sido víctimas.
Es por eso que ese día no solo llevaba un pañuelo blanco y una cinta de su bandera en la muñeca..
También llevaba las de sus vecinos.
El sentía que de ese modo, podía estar con ellos a pesar de que se liberaron en distintas fechas.

Porque todos compartían la misma idea y esperanza.
Porque la frase "Nunca Más" significaba mucho.
Porque la clave no es olvidar para menguar el dolor, si no que es al revés.
No olvidar, para que no pasara de nuevo.