❝Verás, tenemos una pequeña apuesta entre nosotros, los profesores. Las reglas son bastante simples y directas; Quién puede cogerte mejor.❞
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En el que surge un juego peligroso entre los profesores, haciendo todo lo posible para g...
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BIOLOGÍA SIEMPRE FUE una clase muy ... interesante por decir lo menos.
Miya Atsumu, un hombre encantador y carismático que tenía sus métodos únicos para enseñar sus clases de una manera que normalmente no encajaría en la categoría normal, pero que los estudiantes lo amaban por eso.
Siempre había algo nuevo en lo que respecta al profesor de biología. Ninguna clase fue nunca aburrida, las actividades y los proyectos eran algo cotidiano. Su laboratorio siempre fue colorido con carteles que cubrían casi cada centímetro de las paredes suaves. El equipo estaba cuidadosamente apilado y listo para usar en cada lección, preparado de antemano.
Había un objetivo claro al comienzo de cada clase y Miya sensei siempre se aseguraría de que se alcanzara. Los estudiantes no podían evitar sentirse cómodos con sus lecciones, disfrutando de lo que les había propuesto. Incluso los temas más aburridos se volvían los más fascinantes.
"Osmosis", ladró afablemente, golpeando el pizarrón con la mano mientras la clase se reía. "Un concepto relativamente fácil que no debería ser difícil para ustedes. Así que haremos los diferentes experimentos con papas en las páginas 78 y 79 y luego repasaremos las explicaciones".
Aplaudió una vez, asegurándose de que la atención de todos estuviera puesta en él mientras sonreía ampliamente. "¡Ya está! Y por favor manejen el equipo con cuidado." (T / N) miró a Nishinoya, dándole un codazo en el hombro para que saliera de sus ensoñaciones. "Consigue estos", comenzó, señalando un lado de la lista. "Y yo conseguiré estos."
Todo lo que recibió fue un asentimiento mientras el chico caminaba penosamente hacia los mostradores abarrotados, tratando de mirar a través de los brazos en movimiento de sus compañeros de clase, ya que su baja estatura no le permitía mirar por encima de sus hombros. Se rió en voz baja para sí misma, moviéndose en la dirección opuesta mientras el resto de la clase también se congregaba allí.
Se reunieron de nuevo después de unos minutos, dejando caer el equipo sobre su mesa. Ella miró, escaneando las cosas solo para notar que faltaba algo. "¿Dónde está la probeta?"
Nishinoya se golpeó la frente con la mano. "Mierda, me olvidé de eso. Estaba demasiado ocupado tratando de luchar contra Tanaka por las mejores escalas". (T / N) puso los ojos en blanco con exasperación, sacudiendo la cabeza. "Por supuesto que sí."
"Pero oye" sonrió descaradamente, levantando las nuevas escalas en el aire. "Gané."
"Y es por eso que solo tienes una neurona". Poniendo sus manos en sus caderas, la chica suspiró con resignación. "Iré a buscarla".
Se acercó al mostrador, revisó las bandejas, pero no encontró ninguna. Mirando alrededor del laboratorio, cada par parecía tener uno. Miya sensei estaba escribiendo las instrucciones en la pizarra, agregando diagramas y dibujos junto con las notas.
Mordiéndose el labio, decidió ir a la sala de almacenamiento en la parte de atrás, segura de que podría encontrar uno allí. La sala en sí estaba llena hasta el tope de cajas, recién llegados y pedidos de más equipo, que ya estaba todo organizado en su lugar.
Vio los vasos de precipitados de vidrio y los cilindros en la pared trasera, perfectamente alineados. Caminando con cuidado, (T / N) se aseguró de tener cuidado con las cajas que abarrotaban un poco el camino. La chica examinó el gran estante lleno de relucientes figuras de cristal.
Tarareando para sí misma, ojeó cuidadosamente hasta que encontró lo que estaba buscando. Allí mismo, en la parte superior, colgaban los cilindros de medición, impecables y listos para usar. Extendiendo la mano hacia arriba, la muchacha tuvo que ponerse de puntillas mientras sus dedos rozaban suavemente el estante.
El cristal se bamboleó ligeramente, pero eso no detuvo su determinación. "Sólo un poco más", pensó, con la lengua atrapada bajo los dientes en concentración.
Sin embargo, una mano grande se le adelantó.
Los ojos se agrandaron cuando una sombra oscura cayó sobre su figura, saltó hacia atrás y directo contra un pecho sólido. El olor picante de la colonia le hizo cosquillas en la nariz mientras los vapores la atrapaban por todos lados. Un gran peso se posó en su cadera cuando la acercaron más al cuerpo delgado.
"Ten cuidado. No querrás romper mi equipo" bromeó una voz suave por encima de ella.
Mirando hacia arriba, se encontró con los encantadores ojos moka de Miya sensei, quien la miraba con picardía a través de sus espesas pestañas. Una sonrisa despreocupada tiró de sus labios, su brazo extendido para agarrar el estante. "No querríamos eso ahora, ¿verdad?"
(T / N) perdió todo el hilo de sus pensamientos mientras estos volaban por la ventana junto con su dignidad. La chica solo logró darse cuenta de que él todavía tenía la mano en su cadera, el toque la quemaba a través de su ropa. "E-no había más cilindros de medición en las bandejas así que yo-yo uh, vine a tomar uno de aquí" tartamudeó nerviosamente, sintiéndose como un espécimen siendo observado intensamente bajo un microscopio.
Su sonrisa se convirtió en una mueca. "Pude jurar que puse la cantidad exacta que necesitaba", reflexionó para sí mismo, con un 'hmm' en voz baja, Miya sensei la miró de cerca. "Mi error" se rió entre dientes, sus ojos arrugados mientras inclinaba la cabeza hacia un lado.
Aún atrapada contra su cuerpo, no pudo evitar retorcerse un poco, sintiendo que su respiración se cortaba un poco. "Um, ¿me lo da? Todavía necesito hacer los experimentos ".
El hombre rubio no se movió al principio, una emoción ilegible cruzó su rostro antes de que finalmente le entregara el equipo que ella había estado tratando desesperadamente de conseguir durante los últimos cinco minutos. "Bueno, aquí tienes", gorjeó alegremente, poniéndolo en su mano.
Miya sensei dejó caer su mano y se movió hacia un lado, dejando pasar a (T / N) mientras esta se apresuraba a salir de la sala de almacenamiento, ansiosa por dejar los confines que comenzaron a marear su cabeza con la abrumadora presencia del hombre.
"Ah, y (T / N)" gritó tras ella, deteniendo a la chica en seco mientras ella miraba hacia atrás, arrastrando los pies.
El profesor de Biología sonrió ampliamente, lamiendo sus labios mientras se inclinaba casualmente contra el estante. "Ten cuidado cuando manipules el agua, no querrás mojarte".
Se sentía como si se hubiera quedado sin aliento, especialmente con la forma en que él sonreía, los ojos marrones brillaban, recordándole fuertemente a un zorro astuto mirando a su presa.
Ella asintió una vez para mostrar su comprensión porque las palabras no se atrevían a salir de su boca mientras se alejaba, dejando al hombre rubio riendo entre dientes tras su figura.
Sin darse cuenta de que Miya sensei simplemente la había llamado por su nombre de pila.
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Todos los créditos de la historia para @exolexact.
