Capitulo 1

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Siempre había pensado que, cuándo encontrará el amor de mi vida, todo sería como en las películas. Bueno, todo no, claro. No esperaba que sucediera en cámara lenta, con los cabellos al viento y música de violín de fondo. Pero si creía que pasaría algo. No sé, que el corazón se me pararía un milisegundo, que sentiría un pellizco en el alma o qué alguna cosa en mi interior me diría: <<Carajo. Es ella. Por fin, después de tanto tiempo, es ella.>>

Sin embargo, aquella tarde de martes de la segunda semana del último año de escuela, no ocurrió nada extraordinario cuando Grace Town entró en la clase de teatro de la maestra Beady con diez minutos de retraso. Grace era de esas personas que causan impresión pero no precisamente porque generará una adoración instantánea y perpetua. Tenía las características necesarias para integrarse en una escuela nueva sin pasar por el drama que eso puede conllevar: su altura, su constitución y su belleza estaban dentro de la media.

Ahora bien destacaban 3 leves detalles que la librarían han de caer en la banalidad:

1. Grace iba vestida, de los pies a la cabeza, de chico. Pero no en plan skater, no: Los jeans, que se suponía que debían ser pegados, iban sujetos con un cinturón. A pesar de estar mediados de septiembre, llevar un suéter, una camisa de cuadros y un gorro de lana y, como complemento, un collar largo de cuero con un ancla al final.

2. Grace tenía un aspecto desaliñado y poco saludable.
La verdad es que había visto a drogadictos con mejor pinta que ella. (No es porque yo tuviera mucha experiencia con drogadictos, pero ver The Wire y Breaking Bad cuenta ¿no?). su cabello rubio estaba completamente despeinado y muy mal cortado, su tez era pálida, y estoy casi seguro de que si la hubiera olido habría comprobado que apestaba.

3. Y por si todo esto no hubiera sido suficiente para fastidiar tus posibilidades para encajar en una escuela nueva, Grace Town caminaba con bastón.

Y así fue. Esa fue la primera vez que la vi. No hubo movimientos en cámara lenta, ni brisa, ni banda sonora, y el corazón no me dio un vuelco. Grace entró cojeando 10 minutos tarde, en silencio, como si la clase fuera suya y ya llevara años en nuestra escuela; y quizá porque era nueva, rara o porque sólo con mirarla saltaba a la vista de que una pequeña parte de su alma estaba rota, la señora Beady no dijo nada.
Grace  se sentó al final de salón de paredes negras de la clase de teatro, con el bastón apoyado entre los muslos, y no pronunció ninguna palabra.

La miré un par de veces, pero cuándo acabó la clase me había olvidado de que estaba allí, y ella se escabulló sin que nadie se percatara.

Pues bien esta no es una historia de amor a primera vista.

Pero sí es una historia de amor.

Bueno.

Más o menos.

Efectos colaterales del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora