El pequeño ginseng tiene tres años y medio.

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El padre de Chen Yueya, Chen Jianguo, solía trabajar en una fábrica de termos en la calle Baishun. Una vez el termo explotó y se quemó cuando probó el termo. Después de jubilarse, simplemente se mudó a Chengjiazhuang, su ciudad natal en el campo.

Daya y Banya son jóvenes educados que han estado en Yan'an desde los 15 años. No regresaron a la ciudad por su cuenta hasta el año pasado. Por no pertenecer a la categoría de reclutamiento nacional, regresaron a la ciudad y simplemente regresaron al campo, su ciudad natal de Chengjiazhuang.

Después del nacimiento de Chaosheng, He Bin y He Pao casi siempre se han criado en el campo.

Por lo tanto, en la conciencia de Bin  y Pao, el campo es su hogar, pero la ciudad no es su hogar.

Los dos niños, cuyos rostros estaban hinchados, no podían emitir ningún sonido, simplemente ladraron desde la garganta.

El suéter blanco del hermano mayor es hermoso y la falda verde de la hermana menor también es hermosa. Los dos están vestidos con harapos y grandes vestidos. Los pequeños con la cara hinchada como cabezas de cerdo están girando alrededor de los dos que se quedan en la ciudad. Da vueltas en círculos.

"¿Quieres al tío, Chaosheng?" Chen Daya originalmente quería abrazar a Chaosheng, pero sus manos estaban llenas de barro y sucias, y no podía soportar ensuciar la ropa del niño.

"Sí, extraño a mi segundo tío, y las grandes peras congeladas y zanahorias que me dio mi segundo tío". He Shuai se levantó de un salto y dijo.

El campo es mejor que la ciudad porque se puede comer del campo, así que cada vez que los dos tíos vienen a ver a He Shuai, tienen que comer algo. Hay mucha gente en el callejón que puede garantizar los fideos de arroz y aceite, y las personas que pueden comer fruta. No mucho. En el invierno, la boca de He Shuai, que carece de dos dientes delanteros, roe la pera congelada de flores blancas con rastrojo helado, que también puede atraer un grupo de saliva de los niños en un río.

"Hermana, lo que estás usando hoy es realmente hermoso, este vestido te queda muy bien", dijo Da Ya mientras miraba el suéter blanco de su hermana menor.

Piénsalo desde que golpeé a mi cuñado y me acosté, mi hermana vació toda la ropa de la casa y vendió toda la ropa de la casa. Da Fang sintió calor cuando solo usaba una camisa podrida en el verano.

Chen Yueya preguntó: "¿Por qué entraste a la ciudad hoy?"

"Los dos niños escucharon que su padre estaba despierto, así que tuvo que venir y echar un vistazo. Si los dejas pasar la noche, puedo recogerlos mañana". Dijo Chen Daya.

Da Ya es un campesino y tuvo que irse a la granja, no se atrevió a quedarse en la ciudad por mucho tiempo, tan pronto como los dos niños fueron sacrificados, se dieron la vuelta.

He Yimin tuvo que enviar a Da Ya fuera de la ciudad. Después de todo, ahora la ciudad atrapa muy bien las corrientes ciegas. La gente del campo ingresa a la ciudad sin una carta de presentación de la brigada, por lo que deben ser atrapados.

Afortunadamente, Chen Yueya ya no pudo encontrar a sus cuatro hijos.

"¿Lo has visto hace un momento? Hay dos suelos rurales aquí, y el suelo se está muriendo. ¿Escuché que es el hermano de He Shuai?", Dijo Zhang Fuyun mientras masticaba un dulce blando en su boca.

Zhang Fusheng con el hijo de Zhang Damin, Zhang Xiaobing, dijo: "He Yimin la pobre búsqueda de casas privadas de armas de dos y tres contenedores, su familia era pobre, la ciudad no podía pagar a los niños, por lo que en las áreas rurales, ahora ambos tienen el suelo "."

Que las dos personas nunca han visto nada en el mundo. Probablemente tengan hambre. Para recoger las zanahorias, las abejas les picaron la cara, jaja ", continuó Zhang Fusheng.

Chen Yueya encontró un gran círculo, y en la entrada del hutong, miró a sus cuatro pequeños cachorros. Justo afuera de la ventana de vidrio de la tienda estatal, los cuatro niños estaban sentados en cuclillas en una fila, mirando las cosas en la tienda. , babeando.

"Los bebés en la ciudad son tan frescos, no hay parches en ellos". He Pao se puso en cuclillas en el suelo, mirando a los niños que corrían frente a él y dijo.

He Bin asintió y dijo: "Nuestro chico guapo también es guapo, y no hay parches en su ropa." Hay parches en los pantalones. Sin contar eso, la ropa es lo suficientemente glamorosa sin un parche.

He Shuai está llevando a dos hermanos hinchados como la cabeza de cerdo a ver la frescura: "Nos vemos, el que llevaba zapatos de cuero entró en la tienda. Definitivamente compró cigarrillos chinos. Todavía puede pagar caramelos blandos para su bebé. Olémoslo. Si lo hueles con cuidado, lo puedes oler ".

Todos sus hermanos están en la etapa de reemplazo de dientes . Se comen grandes conejos blancos y se pegan accidentalmente a los dientes. El sabor es simplemente doloroso y feliz.

Los caramelos gomosos son diferentes, son suaves y glutinosos, son una especie de caramelos que solo están disponibles en los grandes almacenes recientemente, no están disponibles todos los días, cuyo padre pueda comprar un puñado de caramelos gomosos es un símbolo de riqueza.

"Hermano, ¿has comido, a qué sabe el dulce de azúcar?", Murmuró He Pao.

He Shuai negó con la cabeza con pesar: "No lo he comido. Algún día sacaré el boleto en el basurero para pesar un gato, y se lo daré primero a mi hermano". Con un sonido, la boca hinchada de He Bin Estaba hinchado con un fuerte apretón de saliva.

Chaosheng estaba a su lado, sosteniendo dos viejos ginseng de montaña en una mano, y su boca estaba chupando su palma. He Pao miró hacia atrás y dijo: "Oh, mi hermana se está comiendo sus propias garras".

Chaosheng mojó su saliva. Los ojos de Pao, He Pao de repente se sintieron frescos y cómodos, y el dolor caliente desapareció lentamente.

"¡Ven aquí y ahora, ven otra vez, la saliva de mi niña es realmente cómoda!", Dijo He Pao.

He Bin echó un vistazo, porque su hermana menor untó saliva, los ojos de su hermano mayor desaparecieron milagrosamente, y movió la cabeza: "Hermana, dame un poco también".

Recientemente, por demasiada barba y bigote. La barba es Chaosheng todavía tiene pequeños cogollos en el cuerpo, que no han crecido, pero puede succionarlos todos y mojarlos en saliva, que es el mejor medicamento antiinflamatorio, por lo que aplicar la saliva a los dos hermanos puede ayudarlos a reducir la hinchazón.

Cuando Chen Yueya buscó en los callejones y encontró la entrada, la mayoría de las caras con cabeza de cerdo de Xiaobin y Xiaopao habían desaparecido. Chaosheng extendía dos manos pequeñas y constantemente se untaba la cara.

"Mamá, la saliva de mi hermana puede reducir la hinchazón". Con voz fuerte, He Pao se puso de pie y rápidamente mostró la magia de Xiao Chaosheng a su madre: "¡Ella untó su saliva y mis ojos no dolerán!"

Chen Yueya ya Sabía que había algo mágico en una niña, pero no puedo dejar que los niños lo sepan, porque tenía miedo de que los vecinos del vecindario supieran que sería malo para el superparto. Entonces ella dijo: "Saliva en la herida puede reducir la inflamación. Vámonos a casa rápidamente. ¡Qué nuevo! "

" Creo que mi hermana está fresca, diferente a los otros niños, no es la razón de la saliva ". Él Dapao es bien merecido, y su voz es tan brillante como un altavoz.

No, de inmediato alarmó a la hermana Ma, que estaba limpiando el jardín.

"La saliva puede reducir la hinchazón. Tu estúpido niño sabe un pedo. Mírame. No me he cepillado los dientes esta mañana. Déjame aplicar un poco de saliva. ¿Mira?" Entonces, la Hermana Ma escupió saliva en su palma y se volvió hacia felicítalo. El arma está pintada.

He Pao tomó un bocado de saliva podrida durante la noche, lo escupió, se dio la vuelta y echó a correr.

La ardiente mentira de Qiuhuo era la misma: Chen Yueya iba a cocinar al vapor una olla de bollos rellenos de frijoles rojos con azúcar morena para los dos hijos pequeños, dándoles la bienvenida, y él estaba haciendo fideos, así que ella nació para vestirse.

"Chica, ¿extrañas a tu madre?", Le preguntó Chen Yueya.

Los tres niños solo han visto bollos de pasta de frijoles rojos en las tiendas estatales, y sus ojos están esperando como lobos, pero Chaosheng está llevando la ropa de su madre a la casa.

Un gran libro de Cihai, Chaosheng no podía moverlo, jadeando y resoplando con cansancio, pasando las páginas del libro.

Chen Yueya se inclinó para mirar la página del libro abierto de Chaosheng: "¿Ginseng?"