El soberano de las tierras de Egipto decide comprometer a su unico heredero, con la hermosa hija del sacerdote Adom.
Justin Bieber con veinte años se prepara para tomar las tierras de Egipto convirtiendose el Rey.
Anna Sadat, con sus dieciocho años...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Anna con dos meses de embarazo se encontraba en el río lavando sus pertenencias las de ella y Justin, se limpia el sudor de la frente y decide descansar un rato, miró el río y pienso en la huida con el príncipe de Egipto, después de largos dos meses jamás se permitió pensar en lo sucedido pero ahora se lo está permitiendo al ver las actitudes de Justin. Al ver su cara de agotado y frustrado al llegar a la casa del trabajo, digamos que cuidar ovejas no era su oficio y lo entiendo, el nació en una cuna de oro y fue criado para ser un Rey no un pastor de aveja me apena y me siento culpable que se haya ido de sus tierras.
--Conozco esa mirada-- me sobresalto y miro hacia arriba, me tapó un poco los ojos con mi mano para poder observar.
--Me asustaste, no te escuché venir-- veo que Justin se sienta a mí lado y comienza a sacar ropa sucia del sesto para lavarla en el Río.--No lo hagas es mi trabajo-- le frunció el ceño levemente.
--Estas embarazada, no puedes trabajar-- trato de no rodar los ojos y le quito la ropa.
--Pero no significa que no debo hacer mis deberes-- Veo que me sonríe abiertamente y me da un leve beso en los labios.
--¿En qué pensabas?-- no me hace caso y me quita la prenda de las manos. Sonrió un poco y le acarició su barba crecida.
--En nada-- comienzo a lavar ropa también.
--¿Segura?-- Asiento, veo que deja la ropa de lado y suspira mirando hacia el río, se que extraña a su familia su hogar y que extraña la vida de príncipe, Justin jamás me a dicho que los extraña pero se que es así.
--¿Estas bien?
--Si...--suelta un largo suspiro-- vamos estoy un poco cansado y quiero descansar con mi chica a mi lado-- le sonrió, Justin se levanta con las cosas en su manos y con la otra me ayuda a levantar, limpiamos nuestras ropas de arena y vamos hacia nuestro hogar.
Me despierto al no sentir a mi lado a Justin, miro hacia al frente de mi cama y veo que esta mirando a la nada mientras acaricia el gran anillo de oro que le regalo su padre, me lamo los labios y voy hacia el levemente, se que me sintió, me gano detrás de él y comienzo acariciarle los hombros y brazos, el tira la cabeza para atrás produciendo un sonido de satisfacción, comienzo a brindarles besos en su cuello mientras acarició sus grandes brazos.
En un movimiento rápido Justin me gira y sin aplastarme se pone arriba mío, me sonríe de lado y me besa dejándome sin aire baja sus besos por mi cuello hasta llegar a mis pechos.
--Por los Dioses mujer, nunca tienes suficiente-- me muerdo los labios un poco avergonzada, digamos que mi apetito de embarazo me hace tener relaciones con Justin muy seguidas y nunca tendré lo suficiente.
--Lo siento.
--No, no lo sientes-- ambos reímos--¿Tienes hambre?-- Justin se incorpora.
--Mmm si, de ti-- Justin se levanta de la cama y comienza a colocar su túnica.
