Los inviernos en Kalos son especiales para mí. Recuerdo cuando pude conocer la nieve en esta región, los copos cayendo del cielo, cubriendo de blanco todos los rincones. Siempre tenía emoción de sentir el frío dentro de mis engranajes cada temporada, hacía que pudiera sentirme de carne y hueso como los humanos; en especial ver la felicidad en sus rostros con la nieve, sobre todo los niños.
—Magearna, ya has despertado —roncó una voz anciana bajando por las escaleras.
—Es usted, amo. ¡Buenos días! —respondí abrazándolo.
—Veo que te levantaste temprano para ir a disfrutar la nieve y el clima.
—Vaya que sí. ¿Puedo salir?
—Por supuesto, diviértete.
Agradecida corrí alegre afuera a disfrutar de la nieve. Sentí sobre mis circuitos las temperaturas congelantes, logré experimentar la felicidad humana de nuevo; es definitivamente mi estación favorita de todas. Decidí visitar a Sylveon en su departamento para animarla un poco. Desde que #$!/ desapareció se ha sentido triste, piensa que es su culpa pero yo creo que no fue así. Él también debe superar la pérdida y seguir adelante con una nueva vida. Se me había ocurrido llevar un buen café y pastelillos de su tienda favorita, así podría hacerla feliz por un rato. Entonces fui rauda por ellos y tomé el tren. Justo a tiempo logré alcanzar uno en la estación, y cuando subí unos niños me observaron de cerca. Tenían una mirada entusiasmada.
—¿Acaso es usted Magearna? —preguntó uno de ellos con emoción—. ¿El último milagro de Kalos?
—Oh uhh, sí, eso creo.
—Wow, el profesor me había dicho que aún seguía en funcionamiento —se asombró el otro—. ¿Cómo te mantuviste?
—Bueno, se lo debo a mi actual amo —respondí—. Él fue quien logró ponerme en conciencia de nuevo.
Tenía mucha intención de seguir charlando, justo cuando había llegado donde estaba Sylveon. Le dije adiós a los chicos, ellos iban a otro lado. Sylveon vivía no muy lejos de la estación, si no mal recuerdo, ella decía que podía verla desde la ventana. Al llegar a su puerta no logré escuchar algo, todo estaba en silencio y uno espeluznante.
—¿Hola? ¿Sylveon?
…
—¿Hay alguien en casa?
Nadie abrió la puerta por un rato, y justo antes de comenzar a sentir desesperación una vecina salió de la puerta de al lado y dijo que vio salir a Sylveon, solo que no supo hacia dónde fue. Salí a buscarla de nuevo, sin rumbo porque no tenía idea de cómo encontrarla.
El café comenzaba a ponerse frío y los minutos parecían avanzar más rápido que el tráfico de Ciudad Lumiose. Cuando por fin pude verla me sentía en parte confusa. Ella estaba sentada observando el ambiente en un parque.
—¡Sylveon, aquí estás! —exclamé del alivio.
—Hola Magearna, qué gusto verte —respondió dándome un abrazo—. ¿Qué te trae por aquí?
—Te estuve buscando, no te encontré en casa y tú vecina había dicho que te había visto salir.
—Ah, ya veo —suspiró afable juntando sus dedos—, solo me dió el ánimo de sentarme aquí en el parque observando a mi alrededor.
—Oh, suena bien, aunque no conocía eso de tu parte.
—Es algo que quise intentar, y me está gustando hacerlo. No veía lo bonito que es Kalos en esta época. ¿No lo crees?
—¡Es mi época favorita! Me agrada vivir el momento. Sabes, ahora que te veo a tí, y al igual que el parque, no eres la misma de hace unos meses. ¿Qué te pasó? Antes eras muy dedicada a tus amigos.
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Rise & Shine (The Reason 3)
FanfictionTantas preguntas por contestar y una explicación que lo tendrá que resolver todo. ¡Hay que acabar con esta farsa!