Capítulo 74 - Guerra.

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Wen Kexing lo observó en silencio con la mirada afilada, como si estuviera a punto de perforarle el torso. Lao Meng de repente sintió un poco de pánico, repasando automáticamente todos sus propios cálculos mentales de principio a fin.

Rebelión. No había comenzado a planear esto recientemente, sino desde hace mucho tiempo. Mientras Sun Ding el Fantasma de Luto Encantado y Xue Fang el Fantasma Ahorcado peleaban a diestra y siniestra, él ya estaba elaborando su plan y preparándose. Con el Fantasma Ahorcado robando la llave, traicionando al Valle y marchándose, prácticamente aprovechó la oportunidad que le habían brindado los cielos.

Todavía recordaba cómo el hombre ante él había obtenido el puesto de Maestro del Valle ocho años atrás. Era simplemente un desconocido al que Lao Meng nunca le había dado importancia, limitándose a pensar que el hecho de que un hombre tan joven y de rasgos tan delicados se atreviera a llevar a su pequeña hermana con él para vivir en un lugar como el Valle era algo bastante sorprendente.

El antiguo Maestro del Valle de esa época era diferente al actual, concentrándose en exhibir su magnificencia. El pabellón Yama nunca había estado tan desolado como ahora, en aquella época, con frecuencia estaba rodeado de canciones y bailes.

El antiguo Maestro parecía haber apreciado a Lao Meng. Sin embargo, ¿qué tipo de aprecio era ese? Lao Meng no estaba seguro, ya que en aquellos años nadie se atrevía a recriminar nada. Independientemente de esto, Lao Meng había sido transferido para ser un asistente personal en el pabellón Yama, ocasionalmente recibiendo consejos sobre artes marciales cuando su Maestro estaba de buen humor. Wen Kexing solía aparecer detrás del Maestro de vez en cuando, de pie en un lugar fijo, nunca hablando demasiado y siempre siguiendo las reglas, como un hombre de madera que no hablaba ni se movía.

Sin embargo, había sido este hombre de madera el que una noche le había prendido fuego al interior del pabellón Yama, creando un incendio que se elevó por los cielos; aquella noche, los miserables y desgarradores chillidos de dolor parecían haberse aferrado a las vigas del techo, resonando por lo que pareció la duración de varios días y noches.

Después de haberlo soportado silenciosamente durante tres años, la mitad de los asistentes del antiguo Maestro murieron con él, ya que cualquiera que se opusiera a Wen Kexing sería descuartizado, arrojado al fuego y asado. Así, matar a unos pocos hizo que el resto no se atreviera a expresar ninguna disconformidad, sin importar lo estúpidos que fueran.

Xue Fang se comía el corazón de una doncella cada mes, y a Sun Ding le gustaba beber vino combinado con sangre humana; pero incluso ellos consideraban que esa noche había sido una pesadilla. La sangre dentro del pabellón parecía haber llegado a cada esquina. El antiguo Maestro del Valle había aullado por más de dos shichens. Algunos decían que Wen Kexing le había cortado las extremidades en pedazos, que había detenido la hemorragia mientras cortaba, y que luego lo había obligado a comer esos pedazos de su propia carne. Otros decían que lo había desollado, pelándole la piel poco a poco mientras aún vivía.

Cuando el joven hombre salió del interior, vestía una túnica de color rojo brillante. En ese momento, nadie podía decir si había sido roja al principio o si estaba teñida con sangre fresca. Su rostro, siempre rígido y plácido, les había mostrado una sonrisa por primera vez.

"Él está muerto. Me deshice de él", le habían oído decir. "Cualquiera que no esté conforme puede venir a pelear conmigo; de lo contrario, sean buenos y obedézcanme de ahora en adelante".

Después de eso vino una guerra, un enfrentamiento, una masacre... y luego el polvo finalmente se asentó.

No era ningún tipo de conspiración. Simplemente era así como se sobrevivía en el Valle: se respetaba a los fuertes, y eso era todo. Wen Kexing no confiaba en nadie, excepto en la niña que había criado, por lo que en su segundo día de ser el Maestro del Valle, inmediatamente ordenó que se retirara a todas las personas del pabellón Yama. En el Valle, a ningún ser vivo aparte de Gu Xiang se le permitía acercarse a más de dos metros de distancia sin permiso.

Faraway Wanderers [Word of Honor] Shan He Ling - EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora