capítulo catorce

1.2K 205 20
                                    

El llanto descontrolado y los sollozos estaban presentes, Bakugou, Kirishima, Sero, Mina, su familia, la familia de él y algunos conocidos se encontraban ahí, frente a dos tumbas, y es que a pesar de haber pasado tiempo de sus muertes, nadie lo superaba.

En las cabezas de sus amigos sólo pasaba un "Si ellos..." Si ellos hubieran ayudado, si ellos se hubieran entrometido, si ellos hubieran estado... Si ellos... Si ellos... Si ellos los hubieran protegido, ambos amantes estarían allí con ellos. Pero no se los puede culpar, sus pensamientos eran una forma de autocastigo, la verdad es que ninguno de ellos tiene la culpa de lo que sucedió.

El lugar ya no tenía el mismo brillo, no estaban ambos sentados bajo un árbol hablando, los vecinos no escuchaban sus escandalosas risas en la madrugada en el techo de la casa de alguno. Sus hogares estaban silenciosos, no se escuchaban los besos, ni se sentía el amor que ambos compartían.

Su vida pasó frente a él, recuerdos que ni siquiera estaban escritos, escenas que parecían incluso imposibles de explicar sin romper en llanto o reír a carcajadas. De repente todo se puso negro, vio dos ojos verdes a la lejanía, corrió hacia ellos al reconocerlos al instante, pero mientras más cerca estaba menos recordaba la razón por la que sus piernas hacían un esfuerzo de ir más rápido.

Estando a unos centímetros no sabía siquiera cómo se llamaba, observó esos ojos hasta que unas manos tomaron sus mejillas y sintió cómo lo besaban. Cerró los ojos como si los labios que se encontraban sobre los suyos los hubiera conocido desde toda la vida siguiendo un juego y un baile casi mágico.

Abrió los ojos, lo vio ahí, parado frente a él, no sabía quién era, pero debía haber una razón para que su muñeca empezará a doler, alguna razón debía haber para que aquél rayo en su cabello empezará a brillar  para que su corazón latiera rápido sintiendo un sentimiento cálido en su pecho, un sentimiento llamado amor, tal vez.

Observó al contrario y vio cómo sus mejillas igual brillaban. En aquellas se encontraban pequeños "dibujos" de gotas esparcidas como pequeñas pecas, era adorable. El rubio abrió la boca para hablar, para preguntar, para saber, pero cuando iba a hablar el de cabellos oscuros lo empujó, sus ojos reflejaban miedo, no, reflejaban terror, pero su rostro gritaba un "lo siento". Salió corriendo.

Extendió su mano en su dirección y gritó, no quería quedarse solo, su brillo se apagaba, no quería que el otro lo dejara. La oscuridad y la soledad se hicieron cada vez más notables, gritó nuevamente desgarrando su garganta sintiendo un ardor horriblemente conocido, no sabía de dónde, pero era conocido.

. ྀ〬❜᬴ᬵUn grito hizo que "toda la UA despertara." o al menos la mayoría de los chicos en los dormitorios de la clase 2-A.

— ESPERA- — Gritó sintiendo su garganta doler. Se había despertado, miró a su al rededor, al lado de su cama se encontraban Sero y Kirishima observándolo preocupados.

— Bro, ¿Estás bien? Despertaste a casi todos con tus gritos. — Sero habló acercándose a pasó lento y poniendo una mano en el hombro del rubio.
Se preocupó aún más al ver a Denki bajar la cabeza y ver lágrimas salir de sus ojos. Él y Kirishima lo abrazaron, sea lo que sea que haya pasado lo hablarían al día siguiente, ahora lo acompañaría.

Kaminari Denki no entendía el "por qué" de su llanto, pero ahí estaba, se sentía como un niño indefenso al que le habían arrebatado todo, pero ¿Qué le habían arrebatado a él? Si se lo preguntaran diría que nada, pero su corazón se encogía y el vacío seguía ahí. No recordaba ni siquiera una pequeña parte de su sueño y eso lo asustaba.

(...)

— Me quedaré aquí, vamos hazme un espacio, si gritas te encinto la boca. — Habló Sero de forma falsamente molesta, para sonreirle y acostarse al lado del rubio.

— Adiós chicos, iré a dormir, cuídense. — Habló el pelirrojo para después salir de la habitación. Al cerrar la puerta volteó su mirada y encontró a un rubio de ojos rojos parado al lado de esta. — Denki se encuentra bien, vámonos Bakugou, será mejor que descansemos. — Bakugou asintió y caminó hacia su habitación acompañado de Kirishima. — ¡Qué varonil de tu parte preocuparte por tus amigos! — Fue lo último que dijo antes de que el de ojos rojos enviara una explosión directo a su cara.

En otra vida // Denki KaminariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora