Cap.12
Mire hacia un costado y al ver a Ulquiorra en mi rostro se dibujó una gran sonrisa, le saludé pero el no hizo caso alguno, aun así, no podía dejar de sonreír, pasaron las clases, y aunque en más de una ocasión me llegaron a regañar los maestros por la enorme sonrisa que no quitaba, pensando que me estaba burlando de ellos, y claro, ganas no me faltaban, los maestros eran tan extraños que cuando te preguntaban "De que se ríe!?, que!? Me ve cara de payaso?!" a mí me daban ganas de reír a carcajadas y responderles "Si, tiene cara de payaso, póngase una máscara y así no me río" pero en cambio, me abstenía de hacerlo, pues eso seguro me daba una entrada directa a la oficina del director, con el cual .. no tenía muy buena relación después de enterarse que una de mis ex-novias había sido nada más y nada menos que la preciada hija del director, a la cual, tuve que dejar pues no me dejaba un maldito segundo solo!, y es horrible tener a una persona que es extremadamente... dulce (En el sentido de que parece un caramelo cubierto de azúcar, realmente empalagoso!) pegado a ti todo el día, a partir de ese momento el director solo espera que los maestros me lleven con él para echarme de la escuela, así que no pienso darle el gusto de que eso pase, por fin dio la hora más esperada del día, aparte de la salida claro, y esa era ... la hora del almuerzo!, miré a la parte trasera del salón y .. Demonios! Ulquiorra ya no estaba, aun no entiendo como ese enano puede desaparecerse tan rápido!(él es solo un poco más bajo que yo, pero no importa), saqué una bolsa de mi mochila y caminé hacia el patio de la escuela, ahí vi a Ulquiorra sentado al pie de un árbol, al parecer ese lugar le gustaba, pues era uno de los más alejados de las mesas donde se colocaban todos los demás chicos, mientras caminaba escuché a mis amigos llamarme, yo solo les sonreí y seguí caminando, ellos se miraron confundidos, caminé hasta donde se encontraba Ulquiorra, quien leía un libro y me senté a un lado, muy cerca de él, éste ni siquiera me miró si no fue hasta que le acerqué la bolsa que traía conmigo:
-Ten-Le dije sonriendo, él desvió la vista de su libro, mirando la bolsa para después mirarme a mi indiferente
-Y esto que es?-Dijo viendo fijamente la bolsa
-Son skittles-Sonreí
El me miró y luego desvió la mirada a la bolsa
-Son dulces-Dije riendo
-Oh... Ya veo-Tomó la bolsa y la abrió, sacando los pequeños dulces, viéndolos
-Nunca habías comido Skittles?
-No-Respondió simplemente
-Pruébalos, saben bien-Sonreí
-Y por qué me das dulces?-Preguntó metiendo el dulce que tenía en la mano a su boca
-Ah, porque... No lo sé-Me rasqué la nuca
El recreo transcurrió, yo veía como Ulquiorra tomaba un dulce y lo metía a su boca sin dejar de leer su libro, al término del recreo fuimos al salón y cada quién tomó sus lugares correspondientes.
-Que pasa contigo!?-Dijo Nell de pronto mientras me daba un golpe en el hombro.
-Qué hice?-Pregunté sorprendido.(Debo mencionar que Nell y Matt, para mi desgracia o suerte se sientan a ambos costados de mi lugar)
-Qué te traes con el raro!?-Preguntó Matt
-Qué? .. Nada-Respondí nervioso
Las clases continuaron, y Nell y Matt no dejaban de hacerme preguntas, me estaba alterando, al término de las clases Ulquiorra, como siempre salió muy rápido, como pude logré dejar a ese par de lunáticos, mientras caminaba, me di cuenta de que ya casi no había nadie en la escuela, pero se me hizo muy extraño ver a una persona que sale entes que nadie del salón aún en la institución, agudicé la mirada y efectivamente era él, sonreí y corrí en su dirección gritando:
-UUUULLLLQQQUUUUIIIOOORRAAA! (Lo sé, tonto pero no pude evitarlo)
Cuando estaba a punto de alcanzarlo, éste se detuvo, estaba a unos centímetros de abrazarlo, cuando cerró su puño y de un momento a otro sentí un gran dolor en el rostro y caí al suelo.
-Oye que te ocurre!-Dije tocando mi nariz y observando el color rojo que había quedado impregnado en mi mano
-Por qué me sigues tanto?- Me volteó a ver, después cerró los ojos por un momento y suspiró- Ven, vamos a limpiar esa herida-Extendió su mano hacia mí y me ayudó a levantarme
Caminábamos en silencio por los vacíos pasillos de la universidad, él con las manos dentro de sus bolsillos y yo casi tropezándome al mismo tiempo que trataba de parar la hemorragia nasal que tenía
-Hey, pegas duro-Solté de pronto riendo
-Tonto-Dijo seco
-Eh?-Lo miré extrañado
-Te acabo de golpear, estas sangrando y aun así te estas riendo
-Es que, no me esperaba eso
Seguimos caminando y él de vez en cuando me miraba por el rabillo del ojo, viendo mi inútil intento por hacer que mi nariz dejara de sangrar, llegamos a los bebederos y mientras yo tomaba unas cuantas toallas que había a un costado y limpiaba la sangre de mis manos él habló.
-Solo quiero dejar algo en claro
-Uhmm?-Lo miré extrañado